Todos coincidíamos a la salida del pase de Inside Llewyn Davis en que los Coen eran irregulares y que unas nos gustaban bastante más que otras; lo curioso es que diferíamos completamente en nuestras favoritas, que había hasta quién encontraba muy superior True Grit a No es país para viejos, para escándalo y estupor de quien esto escribe.
Ésta última gustó bastante, aunque a mí me parece demasiado melancólicamente correcta, con esa pátina de pesimismo de buen gusto que te garantiza buenas críticas en los ambientes cool y premios en las listas indies. Como todo el mundo sabe, trata de un cantante folk que no ve venir el terremoto Dylan; Weinrichter la define como la versión Coen de La vida de Brian. Lo más interesante es el retrato de un artista que supuestamente se entrega a la transmisión de un legado cultural, pero que vive completamente desarraigado, asaltando los sofás y las parejas de sus amigos. La película es un muestrario de figuras paternas contemporáneas que van de lo ridículo a lo afásico, el protagonista, consecuentemente, huye del compromiso de la paternidad.
Resulta curioso que al hilo de Inside... no se haya hablado de una película con la que comparte bastantes elementos, Love with the proper stranger (Amores con un extraño), en la que Steve McQueen es un músico que tiene que buscar dinero para que aborte una chica (Natalie Wood) a la que ha dejado embarazada tras un encuentro casual, una película tan hermosa como sorprendente (por el cambio de registro que el desarrollo de la historia provoca) que bien merece ser revisitada.
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