viernes, 16 de mayo de 2008

Desplechin el grande


Hasta Jose arremete contra el bueno de Desplechin, porque algún merluzo ha calificado en un blog la estupenda Un cuento de Navidad de esperpéntica. Ya le he dicho que a mí me ha gustado, pero se ve que hay blogs y blogs. Por supuesto, aquí se manifiesta la misma incontinencia narrativa que en todas sus películas, que son potencialmente infinitas (da la impresión de que alguien le obliga a ponerles el punto final, y él corta ahí, y ya está). Pero vemos la misma pasión por el cine, por filmar actores, diálogos, palabras, espacios, juntarlos, ver qué pasa cuando metes a estos monstruos de intérpretes que no sé como consigue contratar (no me extraña que su productora se llame Why not) en un mismo plano. Aquí hay una historia de familia, evidentente acompañamiento del maravilloso documental L'aimée, en el que interrogaba a su padre acerca de la vida casi heroica de su abuela. Tenemos escenas de familia, comedia, melodrama, la misma alegría narrativa, la libertad creadora. Nos cuenta las cosas de manera diferente. La familia es muy rara pero todos reconocemos esos encuentros navideños. Y el sustrato mítico que recorre sutilmente la peli, esa mujer compartida por dos hermanos (primos, pero como si fueran hermanos), esa madre que necesita la sangre del hijo repudiado. La enfermedad y la locura como un castigo o una plaga. Desplechin es de los grandes, pero en España no se ha estrenado ninguna de sus películas, aquí tenemos que aguantar una crítica que califica de esperpéntica películas tan grandes como esta.

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