lunes, 7 de febrero de 2011

Tratado de angelología

Para redimirme de la infamia de andar toda la semana trabajando en la infausta gala de los Goya, aparatosa apoteosis de la nada más absoluta (cuya mejor metáfora tal vez sean esas infinitas salas en desolados centros comerciales perennemente vacías), me he acercado al ciclo que el Círculo de Bellas Artes dedica a las películas más conocidas (o de las que hay copias disponibles) de Ford, entre las que se ha colado la discretamente misteriosa Wings of eagle, un film en cierta manera secreto que, sin embargo, goza de un selectísimo grupo de fervientes admiradores (refinado club al que, por supuesto, me honro de pertenecer).

Una manera sencilla de acceder a la grandeza de este film es imaginárselo en manos de, por ejemplo, Orson Welles. El personaje central (Frank W. "Spig" Wead) es un miembro de la marina carismático y visionario, cuya visión de la importancia de los portaviones se puede decir que dio la victoria a EEUU en la Segunda Guerra Mundial, que a raíz de un accidente doméstico se queda paralítico y pasa a convertirse en un escritor de enorme éxito (escribió algunos guiones, entre otros el de They were expendable, extraordinaria película del propio Ford, que se parodia a sí mismo en el film). Biografía bigger than life, Ford le imprime una estructura a base de desconcertantes elipsis de la que elimina todos los momentos grandes (sólo le veremos volar en su irrisorio primer vuelo, por ejemplo) para quedarse con los intersticios más aparentemente anodinos (o jocosos), entre los que destaca, en el centro del film, el mucho tiempo que se dedica a los meses que pasa inválido en el hospital. De alguna manera, Ford parece "redimir" a Wead de su grandeza

Film de una modernidad pasmosa (es sorprendente, por señalar algo, la manera en que se nos muestra la tormentosa relación que Spig Wead tiene con su mujer), voy a quedarme por ahora en la descripción que Wings of Eagle hace del "ángel personal", encarnado en la figura de Carlson, el desconcertante personaje que constantemente se metamorfosea para estar siempre al lado del protagonista, ya sea como mecánico, enfermero, taxista, marinero o asistente personal. Hay otros "ángeles" menores, como Pincus, que ya se sabe que el mundo angelical está fuertemente jerarquizado. Carlson es aficionado a la bebida y mujeriego, como su protegido, lo que indica que los ángeles se juntan con naturalezas parecidas. Tiene el don de la ubicuidad y de la metamorfosis, como ya se ha indicado. Tiene una modesta capacidad para hacer milagros, o más bien para inducirlos, como es el caso de la recuperación de la parálisis del protagonista. Es inasequible al desaliento, y aparentemente inmortal (sobrevive al ametrallamiento de un caza japonés, lo que demuestra su condición sobrenatural). Que yo recuerde, en todo el film sólo asistimos a un plano subjetivo suyo (puedo estar equivocado), pero es el que cierra la película, una especie de paráfrasis de la muerte como tránsito.

Aparentemente sosa, sobre todo frente a otras obras monumentales de Ford, Wings of eagle es una película potencialmente infinita, en un sentido "taoísta": una de esas obras que gusta cada vez más según se vuelve a ver.


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