Mi hermano, que trabajó un par de años en el Ministerio de Cultura, me cuenta que uno de los principales méritos que una celebridad tiene que atesorar para ser agasajado con el Príncipe de Asturias es que esté dispuesto a desplazarse hasta el principado para recibir el premio, y que si Roth no lo tenía hasta ahora era porque pasaba de viajar para que se lo dieran. Con lo cual se plantean dos hipótesis para su reciente aceptación. La más plausible es que Mondadori se haya puesto farruca y le haya exigido que mueva el culo para que le den la estatuilla, viendo la que está cayendo y como se hunden las ventas de libros en nuestro país. La otra, poco verosímil, es que le hayan untado para animarle a que se deje fotografiar con un heredero real. En cualquier caso, otro de los requisitos exigidos, que el interfecto haya dejado de parir tiempo ha obras interesantes, es uno que Roth cumple con creces.
3 comentarios:
Yo creo que se encontraron un día con Allen y salio el tema y el tio le dijo, ves que te hacen una estatua.
Si no a querido venir antes, él se lo pierde, Asturias es extraordinaria y hacerse una foto con un príncipe heredero seguro que les mola mucho a los americanos. En cualquier caso, me deja un poco fría el premio en esta ocasión...
Lo siento, se me ha deslizado una h en el anterior comentario
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