El caso es que Paula se pasa a la figuración en los 60, y de ahí no se mueve. En el programa se habla de Goya y Hogarth, pero a mí a quién me recuerda es a Gutiérrez Solana, aunque algo (no mucho) menos tremebundo. Dado lo extenso de la exposición, me quedé en los 80, en una serie bastante terrible de retratos femeninos que llevaban por título "Aborto", y que indefectiblemente mostraban a mujeres solas postradas en lechos que evidenciaban no pertenecer a ningún hospital, y donde la ausencia masculina era evidente. Pero esa ausencia estaba en toda la exposición. Hay hombres en elgunos cuadros, pero en la mayoría no. Lo que no quiere decir que el mundo de Paula Rego sea el de una feminidad autosuficiente. Las figuras de las mujeres suelen llenar la superficie del cuadro (en general, el espacio de sus cuadros se reduce a una habitación esquemática, un mueble, algún juguete, un animal...). Nada del orden del goce fálico se manifiesta en esta obra, si acaso. a veces, algo parecido emerge en juegos con animales, bastante presentes a lo largo de su obra.
domingo, 25 de noviembre de 2007
Paula Rego en el Reina Sofía
Breve encuentro
El viernes me acerqué al Bibliometro que hay en la estación de Legazpi para devolver el ejemplar de 2666 que cuatro semanas antes me había llevado del Bibliometro de Moncloa. Todavía no lo he terminado, pero Inma me había sacado otro ejemplar de la biblioteca pública de Villaverde, así que voy a poder terminarlo en este mes.
Mientras ojeaba el catálogo para ver si tenían Blade Runner (que pensaba podía ser una lectura interesante para Quique, que me había pedido un libro tras haberse leído en dos días La sombra del viento, y en otros dos La muerte lenta de Luciana B; y sí estaba, y en este caso ha tardado un día en leerlo, y me ha recordado la bulimia lectora que yo tenía a esa edad, cuando era capaz de leerme Rojo y negro de una sentada, por ejemplo, mientras que hoy es raro que esté una hora seguida leyendo) apareció una mujer que indicó que precisamente quería el libro que yo acababa de dejar. Tras aconsejarla que le dejasen el libro cuatro semanas (que es lo que me lo dejaran a mí), entablamos una pequeña conversación acerca de las bondades del libro, sobre las que mis conocimientos, obviamente, eran superiores a los suyos. Y así, elevado por una buena acción que tan poco me había costado, me fui con mi libro de Philip K. Dick a casa; y por el trayecto hasta me dio tiempo a ver que en la novela Deckard está casado, y que participa de todas las características paranoicas de nuestro hiperparanoico autor.
viernes, 23 de noviembre de 2007
Blade runner
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Marat-Sade, de Brook
martes, 20 de noviembre de 2007
Berlín
2666
domingo, 18 de noviembre de 2007
Cumpleaños de Alejo
Redactor de radio
sábado, 17 de noviembre de 2007
Primer examen
jueves, 15 de noviembre de 2007
La importancia de la simetra en la vida cotidiana
Pecados y penitencias
Pequeños presagios sin importancia
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Obras de Banksy
Más Banksy
Esto aparece como manifiesto en la página de Banksy
An extract from the diary of Lieutenant Colonel Mervin Willett Gonin DSO who wasamong the first British soldiers to liberate Bergen-Belsen in 1945.
"I can give no adequate description of the Horror Camp in which my men and myself were to spend the next month of our lives. It was just a barren wilderness, as bare as a chicken run. Corpses lay everywhere, some in huge piles, sometimes they lay singly or in pairs where they had fallen. It took a little time to get used to seeing men women and children collapse as you walked by them and to restrain oneself from going to their assistance. One had to get used early to the idea that the individual just did not count. One knew that five hundred a day were dying and that five hundred a day were going on dying for weeks before anything we could do would have the slightest effect. It was, however, not easy to watch a child choking to death from diptheria when you knew a tracheotomy and nursing would save it, one saw women drowning in their own vomit because they were too weak to turn over, and men eating worms as they clutched a half loaf of bread purely because they had to eat worms to live and now could scarcely tell the difference. Piles of corpses, naked and obscene, with a woman too weak to stand proping herself against them as she cooked the food we had given her over an open fire; men and women crouching down just anywhere in the open relieving themselves of the dysentary which was scouring their bowels, a woman standing stark naked washing herself with some issue soap in water from a tank in which the remains of a child floated. It was shortly after the British Red Cross arrived, though it may have no connection, that a very large quantity of lipstick arrived. This was not at all what we men wanted, we were screaming for hundreds and thousands of other things and I don't know who asked for lipstick. I wish so much that I could discover who did it, it was the action of genius, sheer unadulterated brilliance. I believe nothing did more for these internees than the lipstick. Women lay in bed with no sheets and no nightie but with scarlet red lips, you saw them wandering about with nothing but a blanket over their shoulders, but with scarlet red lips. I saw a woman dead on the post mortem table and clutched in her hand was a piece of lipstick. At last someone had done something to make them individuals again, they were someone, no longer merely the number tatooed on the arm. At last they could take an interest in their appearance. That lipstick started to give them back their humanity."
Source: Imperial War museum