miércoles, 7 de diciembre de 2011

A woman's face, o el alma es el espejo del rostro


Contrariamente a lo que sería la doxa contemporánea, este excelente thriller melodramático de George Cukor narra el trayecto de una mujer desde la tentación demoníaca (la pulsión del goce puro de la aniquilación del otro, especialmente si es éste es una mujer hermosa) hasta la articulación de un deseo simbólico (el anhelo de la fundación de una familia, cuando la protagonista ha conseguido purgar, hasta cierto punto, las tensiones que la habitan). La elección de Joan Crawford como actriz principal da bastante espesor al personaje: nunca manifiesta una locura más honda que en su declaración final, cuando le dice a Gustaf Sefert, el médico/héroe que le ha devuelto su rostro/alma purificado, que desea tener hijos, y desea tenerlos con él. La violencia que se anota en su gesto hace emerger lo radical de esa demanda: comparado con ella, las veleidades delictivas de la etapa oscura de Anna Holm parecen un juego de niños.

Es la violencia que yace en el personaje es la que descubre el malo del film, Torsten Barning, en realidad una versión diabólica del bondadoso médico (esa capacidad del cine clásico para generar sentido, en este caso la similitud en la caracterización de ambos personajes, con un bigote y un tono de pelo similar, pero con unos rasgos más afilados en el malo, una tensión permanente, como si fueran Jekyll y Hyde). En un extraordinario contraplano al comienzo del film, Barning aguanta la visión del rostro deformado de Anna, una pura llaga, incluso anota cierto goce obsceno. Esa breve articulación narrativa esconde una enseñanza casi esotérica, la vulnerabilidad de la mujer ante la mirada ajena, especialmente la masculina.

Por otro lado resulta curiosa la debilidad que impregna al personaje bueno, el médico interpretado por Melvin Douglas, un galán ligeramente blando, al que su mujer engaña compulsivamente. Si bien ésta es presentada bajo tintes negativos, esa incapacidad para "sujetar" a la esposa anota cierto déficit en el campo del deseo ¿por qué tendría que engañarlo su mujer, si no es porque algo falla en el campo de lo masculino? Significativamente, la pareja no tiene niños. Torsten Barning, sin embargo, parece no tener problemas para colmar el anhelo de la mujer en el campo del sexo, aunque se equivoca completamente al plantear la prueba de fidelidad, precisamente el asesinato del hijo (del niño al que él la destina en cuanto figura materna).

Finalmente A woman's face resulta ser la aventura de una mujer que renuncia a su apacible y respetable carrera como chantajista y potencial asesina para entregarse a la salvaje experiencia de ser madre.

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