Resulta desconcertante y descorazonador que lo que cualquier persona medianamente decente y con un coeficiente intelectual de andar por casa ha percibido a simple vista como una nueva y desvergonzada versión del timo de la estampita haya causado tanto furor y entusiasmo en la camarilla política que rige (más o menos) nuestros destinos. Me refiero, por supuesto, al anuncio de uno de los miembros más elevados de la lista de delincuentes más prestigiosos que se suele conocer habitualmente como Forbes (delincuentes tan importantes que consiguen que popularmente se les llame los hombres más ricos del planeta, pero todos sabemos de lo que hablamos -¿alguien desearía que su hija -o hijo, seamos políticamente correctos-se casara con alguno de los que ahí aparecen?-) de su intención de construir un engendro llamado Eurovegas en nuestro país, engendro que según él acabaría con el paro, la sequía, la delincuencia, la inflación, la crisis del cine español, el arte conceptual y los reality-show, y para lo que sólo pide que le regalen los terrenos, el agua y la energía, y le eximan de pagar impuestos y de someterse a las tiránicas leyes laborales que rigen nuestro país para poder así restaurar la sana institución de la esclavitud, sobre la que grandes civilizaciones como el imperio romano, el chino y el norteamericano levantaron sus inmortales cimientos.
Creo que la idea más brillante de este estafador ha sido airear que duda entre Madrid y Barcelona, reavivando la secular competencia entre ambas ciudades; y si bien uno esperaría que en cada comunidad se solicitase que el muerto le cayera a la otra, parece ser que no ha sido así, y, por lo menos en Madrid, nuestra inefable Esperanza ha saltado de alegría, probablemente pensando que este modelo de relación laboral (básicamente, sin ninguna protección para el trabajador) debería ser extendido al resto del territorio que gobierna (o tiraniza), que afortunadamente para muchos españoles parece que no se va a extender fuera de los límites de ese extraño artefacto burocrático que es la Comunidad de Madrid, aunque sea en el que me ha tocado vivir, lo que también tiene sus momentos buenos porque da ocasiones sobradas para el despiporre desenfrenado.
Si bien ya se han organizado movimientos de resistencia y oposición a este desafuero, sinceramente creo que la acción más efectiva sería pedirle a Scorsese que, por un módica cantidad, nos permitiera hacer una millonaria tirada de Casino, y repartirla entre madrileños y catalanes para que pudiéramos visualizar con claridad el futuro que nos espera si nuestros próceres dan carta de legitimidad al aterrizaje de la mafia en nuestra tierra.
5 comentarios:
Yo apuesto a que nos caerá aquí en Catalunya, y que además se les permitirá saltarse toda legislación a cambio de que estafen en catalán, que es lo que el electorado del partido mayoritario lleva haciendo 33 años, permitir que los pisoteen a cambio de que los pisoteen en catalán.
Yo creo que es imposible que esto salga adelante; lo peor que puede pasar es que destrocen 400 km cuadrados antes de parar el proyecto.
Aquí,no Madrid, ya ha habido varios intentos, una en los 80 con capital árabe que quedó en un chiste, otro no hace mucho por parte de otro inversor, creo que no era el de ahora, se publicitó y varios municipios ofrecieron terrenos. Este es el tercer intento, con independencia del caso de los Monegros que fracasó, y ejemplos de proyectos fallidos los hay, este es posible que no salga adelante pero también que se dulcifique y quede como uno de los muchos parques de atracciones que ya en el siglo pasado o el anterior hacían las delicias de nuestros abuelos. Nada hay nuevo bajo el sol.
Sí, tiene cierto aire a ya visto, por eso extraña más el entusiasmo de algunos; se ve que en estos tiempos mover así las cosas sirve para que alguien le caiga algún dinero en el bolsillo.
Bueno, esperemos que, como lo de las olimpiadas y otros delirios megalómanos, se quede en agua de borrajas.
Creo que lo más probable es que el inversor entrado en edades, en carnes y en trasiegos coja un infarto antes de hora pues lo he visto muy rojo de cara cuando lo metían con calzador en un helicóptero para ver terrenos, esperemos que pongan una claúsula que diga que si ocurre algún evento, solo particularmente, grave, haya una reversión directa de su inmensa fortuna a la tierra que lo vea morir.
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