El viernes pasado Víctor Erice le daba palique a Pedro Costa en la cafetería de la filmoteca española minutos antes del pase de Cavalo Dinheiro, que inauguraba Filmadrid. Es difícil saber cuantas personas del público que abarrotaba la sala conocían la obra previa de Costa, o al menos Juventude en marcha, el film en el que hacía su aparición Ventura desplazando a Vanda del centro de su filmografía (de manera similar es probable que Vitalina, la aparición más fulgurante de Cavalo..., se haga con un puesto central en el futuro). Es un tipo de público que se ve habitualmente en estos pases-evento, inauguraciones de festivales, pre-estrenos en la cineteca...
Cuando Víctor Erice presentó Centro histórico en la Cineteca puso como ejemplo del estado de la exhibición en España el que fuera la primera vez que una obra de Costa tuviera distribución comercial en nuestro país, un comentario algo extraño viniendo de uno de esos directores que (como el propio Costa o Godard) han abandonado una más o menos confortable (o al menos asentada) posición en la industria para trabajar en condiciones bastante modestas, fuera de parámetros industriales y aprovechando las ventajas de los formatos digitales para disfrutar del verdadero lujo asiático del mundo del cine: el tiempo.
2 comentarios:
Aportar que no era completamente cierto lo que dijo Erice, pues "Ne change rien" (versión largometraje) tuvo estreno comercial, nada de festivales ni cinetecas, que me la vi yo a las diez de la mañana en un cine de Barcelona hace cosa de un lustro. Y fue alucinógeno ver estrenada una película en la que una señora se dedica a ensayar durante hora y media, con sus errores y reintentos. Junto a "La bella mentirosa", versión 4 horas, y "La danse" trilogía sobre lo que se suda para conseguir arte, oigan.
Pues iba a hacer también esa salvedad, que Ne change rien la distribuyó Paco Poch, pero en Madrid yo creo que no psaó de alguna proyección en el bellas artes; vamos, que se quedó en tierra de nadie.
Publicar un comentario