La conspiración que me ha impedido acudir a Cannes este año me ha permitido seguir el certamen desde la lejanía, lo que va a hacer posible realizar un balance más extenso y completo de lo que era habitual, al no estar constreñido por las películas que había visto: como diría un sabio taoísta, al no haber visto ninguna puedes hablar de todas. Aquí va lo más molón de este Cannes:
1- Francia tiene paletos geniales
En España queremos sacar campesinos y nos sale El olivo, que parece el director´s cut del anuncio de Casa Tarradellas. Francia tiene a Guiraudie y a Dumont. Por lo leído, resulta evidente que ningún crítico madrileño se tomó la molestia de pasarse por la filmo a ver el ciclo de tapadillo que le dedicaron al director de El desconocido del lago. Los que nos lo pasamos pipa estamos deseando ver Rester vertical. Ma loute va en el pack.
2- El imperio (heteropatriarcal) contraataca
De un par de años a esta parte sólo dos pelis se han acercado con grandeza al tema del matrimonio: Love is strange y E agora? Lembra me. El matrimonio heterosexual parecía desterrado a las TV movies, pero Cannes programó el mismo día Loving y Paterson, un programa doble que explora el lado heroico y sublime (respectivamente) que puede tener el compromiso matrimonial. A los franceses no acabó de convencerles (esclavos como son los pobres de la perversión, merecido castigo por haber dado cancha al cretino de Lacan), pero la crítica internacional levitó.
3- Rumanos y gitanos, primos hermanos
Los periodistas patrios se tomaron como una afrenta personal que el festival programara dos pelis rumanas en la sección a competición. Para vengarse, comentaron al unísono que Sieranevada ya la había hecho Berlanga mucho mejor. De Mungiu, alguien dijo a la salida del cine que como 4 meses... ninguna, y todos decidieron copiar el comentario para ahorrarse trabajo.
4- Padres e hijas
Si las madres son omnipresentes en el cine contemporáneo (ahí tenemos a Dolan, que no habla de otra cosa) los padres han retornado a la alfombra roja por todo lo grande: todo el mundo se hacía eco del éxito de Toni Erdmann, una peli de un padre que va al rescate de su hija. Por descontado, este "deseo de padre" sólo es perdonado (y ensalzado) si viene de una mujer. Graduation, de Mungiu, también tiene sus fans, pero menos.
5- El cine siempre necesitará chicas guapas
Igual luego son malas, pero uno no puede dejar de percibir cierto puritanismo progre en la inquina con la que han sido recibidas algunas películas en cuyo centro se encontraban guapísimas actrices, para más inri filmadas en todo su esplendor: ya sólo por ver a sus protas me voy a acercar a ver Personal shopper, The neon demon, y hasta American honey.
6- El cine español lo peta
Había cuatro españoles por Cannes, y todos han pillado. Timecode se ha llevado el premio al mejor corto de la sección oficial, y eso que desde el principio se consideró el mejor corto de la sección oficial. Lo de Mimosas tiene todavía más mérito, porque hay consenso universal de que era la mejor peli de la Semana de la Crítica, y va y le dan el premio a la mejor peli de la semana de la crítica. El pobre Serrra se va hundido de tantas alabanzas que se ha llevado La muerte de Luis XIV, que la mitad de los críticos han considerado lo mejor visto en el certamen; en una de estas hasta Boyero lo elogia. Almodóvar ha tenido la suerte de no estar en el palmarés el año en que se ha consensuado que recibir un premio es una afrenta porque las buenas de verdad se han quedado fuera.
7- La familia for ever
Si las parejas en crisis ya sólo se llevan en Irán (aunque Farhadi haya pillado cacho en la gala de clausura) la familia es incombustible. Ahí tenemos Sieranevada y a Dolan, que ya ha instituido y perfeccionado su histriónica manera de agradecer los inevitables premios que sobre él derraman. Para estupor de propios y extraños, los críticos españoles se han quejado de que la familia del canadiense gritaba mucho. Se ve que todos se han criado entre cartujos.
8- El presente es mujer
Una de las hipótesis estrellas de este blog, la de que ya sólo hay relatos para los personajes femeninos, vuelve a demostrarse en esta edición de Cannes: Aquarius, Elle, Victoria, Personal shopper, Ma' Rose...si la polémica sobre las pocas directoras que presentan sus trabajos en el festival está en los media es porque se trata de un debate intrascendente. De mucho más calado es la reflexión de por qué han desaparecido los trayectos narrativos para los sujetos masculinos.
9- Viejos
En el top five hay que situar Le cancre, que el renacidamente prolífico Paul Vecchiali ha presentado en alguna sección rara. Hay algo fascinante en la pulsión creativa que les entra a algunos directores cuando pasan de los 70. Aunque sólo sea por eso merecerá la pena echarle un vistazo a lo que han hecho Bellochio, Schrader, Allen o Loach...
10- Siempre nos quedará Asia
Si el año pasado a mí me encantó Jia Zhangke y al resto del universo Hou Hsiao Hsien, este año Park Chan-wook y Brillante Mendoza han tenido bastantes menos palmeros. Nos quedamos con lo último de Rithy Pahn y (para que no se nos acuse de exquisitos) de Na Hong-jin, sin olvidarnos de Nadav Lapid (en este blog Israel está en Asia). E incluimos aquí La tortuga roja, el anime francés de Ghibli.
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