sábado, 19 de julio de 2008

Prométeme, de Kusturica



Kusturica es conocido por ser de los pocos directores de cine con un par de Palmas de oro en su haber y porque en la última guerra balcánica fue de los pocos (junto a Handke) que no se adhirió a la generalizada opinión de que los serbios eran los malos, los bosnios los buenos y los croatas según tocara. Este año ha presentado en Cannes un esperado documental sobre Maradona (en su anterior vida brillante jugador de fútbol y famosísimo cocainómano, y en su actual avatar profeta y mesías de una de las últimas religiones que han aparecido sobre la tierra), que según Alberto es una pugna entre egos desmesuradamente megalómanos por ocupar la pantalla.
Prométeme se acaba de estrenar en España casi de tapadillo, y probablemente no merezca mucho más, porque es un Kusturica de saldo, que parece escrita y dirigida con desgana, o dejada al aprendiz del taller que manufactura kusturiquiadas para el mercado del cine de autor. Tiene a su favor la estrucutura de cuento iniciático (un abuelo que manda a su nieto adolescente a buscar un icono y una esposa) y lo guapísima que es la protagonista, y en su contra casi todo lo demás, desde el malo malísimo que articula discursos políticamente correctos sobre la democracia hasta el barroquismo grtotesco de la puesta en escena, que parece un cruce de Fesser y Jeunet. Y si alguien quiere saber si sale la banda de toda la vida tocando frenéticamente en una boda, pues sí, también sale.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente, en "Prométeme" están todos los elementos típicos de Kusturica, además yo también le encontré mucho parecido a esta nueva peli con los Fesser y Jeunet, pero la verdad, la peli es muy divertida. Escandalosa, excesivamente musicada, ruidosa, pero (siendo que su autor no es ni de lejos de mis favoritos) el filme puede ser una muy buena opción para un sábado por la tarde. Resulta graciosa esa historia de amor imposible (posibilitada por la tendencia a lo surreal de Kusturica) entre el chico, apenas de trece años mal llevados y aniñados, con la tia jamona que se liga, evidentemente mayor que él, y una auténtica preciosidad de cría.... todo un tour de force argumental pero muy simpático.