Parece ser que esta película fue recibida con bastante menos entusiasmo en Venecia que The tree of life en Cannes; misterios de los gustos de los críticos. Vienen a ser lo mismo, cristianismo feminista new age, la mujer como cristura que nada en la Gracia (la Luz) mientras que el hombre es un ente culpable que viene (literalmente) a ensuciar la tierra (en el mejor de los casos busca infructuosamente las huellas de Dios en este mundo, como hace el personaje de Bardem, que tiene que conformarse con andar entre presos y enfermos y pobres y viejos a ver si así suena la flauta y tiene una epifanía que va mendigando con voz en off durante todo el metraje: ¡Que se cambie de sexo y se fundirá con el cosmos sin esfuerzo!).
También está rodada con esa espcie de steadicam que se gasta, con planos secuencia que luego trocea, lo que ataca un poco los nervios, que a ratos uno desearía que la peli la montara Béla Tarr Ver moverse a Olga Kurylenko es una maravilla, pero a la media hora de verla danzar constantemente cual hada etérea uno desee que se siente a tomar un café y que Malik transija con rodar un diálogo en plano contraplano, que también tiene su mérito. Di cho esto, reconozco que To the wonder me ha resultado mucho más transitable que su predecesora, supongo que porque aquí se nos ahorra un mix de la creación en estampitas de calendario de parroquia pija.
2 comentarios:
Qué gran cóctel se avecina, porque pondré rictus de emocionada trascendencia viéndola, que uno es muy sensible al envoltorio malickiano, al tiempo que me río recordando lo del cambio de sexo de Bardem. Mismo discurso que en "Anticristo" ¿no?, el hombre, ese ser sucio y la mujer en contacto con las fuerzas puras de la Natura.
Bueno, lo de Anticristo estaría en el mismo eje, pero en el otro extremo, que ahí la Naturaleza era un mecanismo brutal de aniquilación, igual que la psicótica de la pobre Gainsbourg, mientras que aquí es todo luz y gracia divina.
To the wonder resulta hipnótica a ratos, aunque demasiado a menudo podría pasar por un anuncio de colonias.
Por cierto, ya me acerqué a ver El hombre tranquilo y remasterizado, y aunque la digitalización asegure la inmortalidad, todavía no ha conseguido la textura del celuloide, sobre todo en color.
Y otra noticia, Alta estrena al final la de Garrel a mediados de abril.
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