¿Qué se ha perdido entre La canción de Bernardette y Lourdes, la secuela que del film de Henry King hiciera Jessica Hausner en 2009? Pues claro, como ya habrá adivinado Sergio, es el goce lo que brilla por su ausencia en la peli moderna, mientras que campa a sus anchas en la clásica. Por el camino la divinidad femenina cristiana se ha hecho con todo el espacio, aunque algunos ingenuos todavía conversan en sus tiempos muertos acerca de un aburrido dios patriarcal; su posición es la del santo de Nietzsche: no se han enterado de que Dios ha muerto. En su lugar se ha entronizado a una imago femenina dulce a la que el trabajo sucio se lo hace un feroz cuerpo de sacerdotisas que vigila para que ningún goce emerja, secundado por una iglesia aliada en estos tiempos con la ciencia para dejar claro que, si Dios ha muerto, toda posibilidad de goce ha sido abolida.
3 comentarios:
jajaja, en los últimos años muchos me han convencido de que Bernadette es un título para no perderse. A ver si encuentro el momento, más si existe esa presencia del goce femenino. Algo vi del cine de la Hausner, pero Amour fou me pilló en mal momento como si pensase que ya la había hecho Rohmer con más gracia. Y es que cuando tienes tarifa plana y te sale gratis...Le dedicaré una sesión de segundas oportunidades junto a "Winter sleep".
Sí, sí Bernardette de King es una joya, y lo dice alguien que no es nada predispuesto a ese tipo de historias.
En lo que dura Winter sleep te ves la filmografía entera de la Hausner. Bernadette es una peli preciosa, en el mejor sentido de la palabra.
Publicar un comentario