martes, 3 de febrero de 2015

Cuando despertó, la dinosauria todavía estaba allí


La saga Alien avanza hacia su obvio punto de destino, la identificación de la doncella fálica con la diosa materna aniquiladora, encuentro que tiene lugar en Alien resurrection, en la que Ripley se funde con la Reina Alien para dar a luz un híbrido de Alien y ET que manifiesta a la vez el carácter despiadado de los bichos alienígenas y el anhelo de una figura materna cariñosa, anhelo que, por descontado, es denegado, que buena es Ripley como para dudar en cargarse a su vástago feo. Lo que no aparecerá en ningún momento es un Alien macho, que si estas supermadres son invulnerables se debe, sin duda, a que no sufren carencia alguna: ningún falo les falta, que ellas solitas se buscan su goce. 

En el spin off Alien vs Predator se insinúa que esa versión masculina del alienígena que es Depredador puede tenérselas tiesas con los úteros asesinos; pero nada, el espectador adivina a los 30 segundos de peli quien será la San Georgina a la que le tocará lidiar esta vez con el dragón una vez que todos los falos sean, de nuevo, ridiculizados.

No hay comentarios: