miércoles, 25 de agosto de 2010

Hay libertades y libertades (de prensa)


Aprovechando que he comido en casa de mis padres le he echado un ojo al ABC, el periódico que mi padre compra de toda la vida. Me he tropezado con un artículo de opinión de un tal Ramón Pérez-Maura en el que aprovecha la guerra de Cristina Fernández de Kirchner contra el grupo Clarín (y la censura en Venezuela de cualquier imagen violenta en los medios, mientras la criminalidad se dispara en las calles) para decir que, en realidad, la culpa la tiene Zapatero, el mantra con que los medios conservadores bombardean a sus fieles desde hace años.

Pero lo curioso del artículo es que se ha dejado en el tintero el otro caso de conspiración contra la libertad de prensa que colea por los medios estos días, el de wikileaks. A Julian Assange le han caído en Suecia dos acusaciones bastante raras por violación y acoso sexual, acusaciones que, además, lleva el mismo abogado. La acusación por violación fue desestimada tras anunciarse a bombo y platillo, y se mantiene la de acoso, un término tan equívoco que lo mismo sirve para definir un intento de ligue o una tortura psicológica.

Por lo que leo, Zapatero debe ir a defender a los dueños de Clarín de las muy graves acusaciones de la presidenta argentina (que, por lo visto, tienen cierto viso de realidad), pero cabe imaginar su reacción si a nuestro presidente le diera por salir en defensa de wikileaks y ofrecer asilo a la página web y a su fundador.

Por lo que contaba ayer El País , tampoco los periódicos de EEUU se muestran especialmente entusiasmados con las libertades (de prensa) que se toman otros sin consultarles; entre las lindezas destaca esa del New York Post acerca de que wikileaks "ayuda a los talibanes a matar en Afganistán"; hay que ver qué poca memoria tienen los periodistas, no hace tanto eran los norteamericanos los que ayudaban con enorme entusiasmo a los talibanes a matar rusos y afganos progres.

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