miércoles, 25 de agosto de 2010

The secret of Kells


Ayer fui a ver esta película a los Renoir de Plaza de España, espoleada por las buenas críticas que ha recibido. No voy a desvelar la trama (quien quiera saberla hay miles de sitios en internet donde la destripan a placer, incluyendo la propia web oficial) sino que iré directamente a mis impresiones, que son: película vacua, aburrida, estéticamente muy cuidada y atrayente pero cuyo contenido es más soso "que una mata de habas", como dicen en mi tierra.

Sólo dura una hora, pero se me hizo eterna. Achaco el disgusto a la errónea impresión que me había llevado de la lectura de las críticas y comentarios: me esperaba algo así como una epopeya a todo correr, una aventura vertiginosa y sin tregua, cuando el discurrir de la acción es más bien plácido -a pesar del ataque vikingo- como corresponde a la vida del monje estudioso que es el protagonista.

A mi novio le encantó, con lo que podemos sacar la conclusión de siempre. Que para gustos hay colores, sólo que no todo el mundo despacha sus gustos en un blog y de forma más o menos dogmática.

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