martes, 16 de febrero de 2016

Mirbeau décadas después

Aprovechando que Filmin ha estrenado la adaptación que Jacquot presentó en la Berlinale del año pasado del Journal de une femme de chambre me he preparado un programa doble añadiendo la versión de Buñuel (la de Renoir no la tengo a mano), casi equidistante del original literario de Mirbeau y de esta nueva variación, lo que resulta bastante ilustrativo de como cada época lee un texto: si Buñuel se centra en la ausencia radical de deseo y de goce del espacio burgués, derivada hacia múltiples perversiones que van de lo cómico a lo siniestro, Jacquot despliega los mecanismos sórdidos de explotación (no sólo, pero sobre todo) sexual de las clases trabajadoras por parte de una burguesía que así se permitía marcar las diferencias de clase y de status, aunque ambos señalan como la violencia de los conflictos de clase acabó generando en el proletariado una frustración que se dirigió hacia la extrema derecha (en su versión decimonónica antisemita). No conozco la novela de Mirbeau, incluida en ese canon informal de la literatura universal que es la colección de Cátedra Letras universales, aunque viendo lo que el aragonés hizo con Tristana se puede apostar que la de Jacquot es más fiel; si bien resulta sensato preferir la protagonizada por Jeanne Moreau, esta Célestine encarnada por la omnipresente Lea Seydoux no es en absoluto desdeñable, y para nada merece la indiferencia con que se recibió en el certamen berlinés. Anotar que Mirbeau, uno de esos escritores franceses menores (o periféricos) que de vez en cuando son recuperados por pequeñas editoriales españolas (en la órbita de Huysmans, Bloy o Renard), ha visto como Impedimenta publicaba recientemente dos de sus relatos más conocidos (El jardín de los suplicios y Memoria de George el amargado) y no he podido confirmar la edición de Sébastien Roch, una novela autobiográfica condenada en su tiempo al ostracismo por narrar los abusos sexuales a los que el autor fue sometido cuando apenas era un adolescente a su paso por un colegio de jesuitas.

1 comentario:

Sergio Sánchez dijo...

Hombre, además de dar la vara en casi todas las entradas, digo yo que puedo hacer algo constructivo para variar. Si me facilitas una dirección física al correo sesaga58@gmail.com te hago llegar la de Renoir. Vergüenza me daba no ofrecerlo, jeje.