domingo, 27 de abril de 2008

Primarias en el PP

Pues definitivamente descartada la presencia de Espe en una lista para el Congreso del PP de este año, ha puesto sus esperanzas en unas primarias que elijan al candidato del Partido para las elecciones del 2012. Para eso al parecer anda moviendo peones de su entorno en la Comunidad, bien jaleados por los talibanes del círculo de Fedeguico. El problema es que, por muy bien que suene eso de las primarias, son un seguro para la derrota, como vamos a ver con el Partido Demócrata en EEUU en noviembre, y como saben perfectamente en el PP, donde sólo esta chica está interesada en el tema, sabiendo como sabe que se va a quedar fuera de la lista de Mariano, al contrario que todos los pelotas regionales que se han apuntado al carro, en la creencia de que el jefe se va a quedar por el camino. Pues visto como se las está gastando el gallego, que se anden con tiento, porque el anuncio de la oposición constructiva en la legislatura ha coincidido con el desempolvo de la guadaña y ha empezado por arrasar entre los acólitos.
Mientras tanto, Fedeguico y sus mariachis le han declarado la guerra abierta. Para mí que Mariano ha llegado a la conclusión de que las elecciones las perdió porque un montón de votantes se horrorizó ante la posibilidad no de que gobernase él, sino el tándem Rouco-Losantos, y ha decidido quitárselos de encima, en la creencia de que, al final, los diez millones y pico de votos los tiene asegurados. Pero Fedeguico ya ha fijado el número de votos que (cree que) mueve: entre dos y cuatro millones (y si no me creéis leed su blog en libertad digital: ahí lo dice casi textualmente, cuando habla de un PP liderado por Gallardón con seis u ocho millones de votos), y semejante megalómano no se va a detener en menudencias a la hora de demostrar su poder. En cualquier caso, las europeas del año que viene serán un momento estupendo a la hora de ver por donde respiramos los españoles, al ser la versión política de un partido amistoso, en el que (pensamos que) no nos jugamos nada, y que suelen ser utilizadas para corregir las ruedas de molino que nos hemos tragado en las generales por mor del voto útil (esa institución de la que siempre hablamos mal injustamente, puesto que es de lo más racional y sensato que hay en este mundo).

sábado, 26 de abril de 2008

84, Charing Cross Road (3)


Esta cita no necesita comentario


"Cada primavera hago una limpieza general de mis libros y me deshago de los que ya no volveré a leer, de la misma manera que me desprendo de las ropas que no pienso ponerme ya más. A todo el mundp le extraña esta manera de proceder. Mis amigos son muy peculiares en cuestión de libros. Leen todos los best sellers que caen en sus manos, devorándolos lo más rápidamente posible... y saltándose montones de párrafos según creo. Pero luego JAMÁS releen nada, con lo que al cabo de un año no recuerdan ni una palabra de lo que leyeron. Sin embargo, se escandalizan de que yo arroje un libro a la basura o lo regale. Según entienden ellos la cosa, compras un libro, lo lees, lo colocas en la estantería y jamás vuelves a abrirlo en toda tu vida, ¿PERO NUNCA LO TIRAS!¡JAMÁS DE LOS JAMASES SI ESTÁ ENCUADERNADO EN TAPA DURA! Pero... ¿por qué no? Personalmente creo que no hay nada menos sacrosanto que un mal libro o un libro mediocre."

84, Charing Cross Road (2)



"A mí me encantan las inscripciones en las guardas y las notas en los márgenes: me gusta el sentimiento de camaradería que suscita el volver páginas que algún otro ha pasado antes, así como leer los pasajes de los a comentar que a mí también me encanta que otro, fallecido tal vez hace mucho, llama mi atención."
Pues como éste es un libro para bibliófagos, voy a comentar que a mí también me encanta leer libros de segunda mano, sobre todo si me gustan mucho, de la misma manera que me encanta dejar ejemplares de obras que me han afectado, e imaginar como será la reacción de la otra persona. Después del hecho evidente de que son gratis, lo que más me gusta de los libros de las bibliotecas es que otras personas los han leído antes. Como en la de mi barrio todavía tienen el buen gusto de poner la fecha de devolución con un sello en el libro, lo primero que hago es echarle un vistazo para ver cuantas personas se han cogido esa obra antes, en qué períodos hubo más demanda, y elucubrar qué vericuetos llevaron a los anteriores lectores a desear leer el mismo libro que yo. Y en este sentido la gloria se la lleva la biblioteca del Instituto alemán, en cuyos libros venía el nombre del lector que se había llevado el libro a casa, lo que casi permitía trazar una biografía lectora de alguno de los nombres recurrentes.

84, Charing Cross Road (1)


Susana me había hablado de este libro, del que yo desconocía existencia y contenido, y descubrió que era el libro ideal para regalarme el 23 de abril. Como ya doy por supuesto que soy el último hombre sobre la tierra que ha tenido noticias de él, me ahorro resumen para evitar las habituales críticas sobre la extensión de los artículos de este blog, y divido en varias entradas el comentario, para ir hablando de los temas que me han llamado la atención.
Al margen de pequeños suspenses del tipo ¿encontrarán una edición completa de las cartas del Cardenal Newman? el principal aunque soterrado elemento narrativo que atraviesa esta sucesión de cartas es: ¿Viajará Helene a Londres para conocer la librería y (sobre todo) a Frank Doel? Pues ya es obvio cuando has leído una tercera parte del libro que la querida señorita Hanff se va a buscar todas las excusas del mundo para NO ir a Inglaterra. La primera impresión que tenía es que Helene Hanff se hace una idea de Marks & Co como la encarnación del paraíso en la tierra, y no quería estropear esa imagen con su confrontación con el referente real. Pero el caso es que finalmente sí viaja a Londres, y además a menudo, pero cuando ya ha muerto su corresponsal en la librería, Frank Doel, verdadero héroe del libro, con lo que cambia la perspectiva: Helene no quiere encontrarse en persona con Frank, con el que ya tiene una ritualizada e intensa relación epistolar (la mujer de Frank le confiesa a Helene lo celosa que le ponían sus cartas).
Mientras que conocemos la vida familiar de todos los empleados de la librería, la vida sentimental de Helene es un misterio: nunca habla de maridos, ni novios, ni compañeras de piso. Nadie parece asociado a su intimidad, aunque es obvio que no es una persona solitaria, puesto que recibe abundante correspondencia de un nutrido grupo de amistades que parecen apreciarla realmente, hasta el punto de que se toman la molestia de pasar por el 84 de Charing Cross para que Helene pueda vivir vicariamente esa experiencia.

viernes, 25 de abril de 2008

Sociología amateur


Ayer estuve en la conferencia que Peter Burke dio en el Caixa Forum acerca de los Medicis. Antes me tomé un café en la cafetería que la fundación tiene en su planta superior (por alguna razón, las ventanas tienen una especie de celosía de madera que impide ver con comodidad el bonito panorama de tejados que se puede contemplar desde ahí arriba). Y empieza a fraguarse una certidumbre que no veo reflejada en ningún sitio: el grupo mayoritario estadísticamente hablando, tanto en la cafetería como en las exposiciones como en la conferencia (pero ya me había pasado anteriormente en el teatro, en el cine y en otras cafeterías y exposiciones) está formado por mujeres maduras, entre los sesenta y los setenta y cinco años, en parejas o en grupos (alguna desdichada arrastraba a su marido como un apéndice incómodo). Se ha hablado bastante de la importancia sociológica de este grupo a la hora de permitir a la generación de sus hijas la incorporación masiva al mundo laboral, ejerciendo de cuidadoras de nietos, pero creo que nadie se ha tomado en serio su peso como consumidores de ocio (también acaparan las ofertas de gimnasios y piscinas y centros culturales, y los servicios de voluntariado de parroquias y ONG), salvo como espectadoras de televisión. Tal vez el único espacio que no han colonizado es el de internet y, desde luego, los videojuegos (nunca he visto a ninguna en un ciber), pero en cualquier otro campo son omnímodas (y bastante más desprejuiciadas que otros segmentos de población supuestamente más modernos).

jueves, 24 de abril de 2008

El club de la sangre


A raíz del número de Quimera por el cómic se ha relanzado el interés que en su día Mercedes despertó en mí por iniciarme en un campo que había abandonado desde los días en que consumía (como hace hoy mi hijo Víctor) tebeos de Mortadelo y Filemón (ahora recuerdo que, durante una época de mi infancia, también fui adicto al Capitán Trueno). Cómo se hablaba de Charles Burns, al parecer un tío súperimportante en el underground estadounidense, me ha pasado una historia cuya portada se ve aquí al lado. Yo esperaba una cosa truculenta, gore y porno, pero resulta ser una historia convencional de fantasmas y un intensísimo recorrido por los ritos de paso que puntúan la entrada en la adolescencia. El protagonista es Big Baby, un niño manifiestamente indefenso que Charles Burns pinta con unos extraños rasgos de marciano, sin pelo alguno. Prácticamente abandonado por sus padres en un campamento juvenil, la socialización se muestra casi como un recorrido por el infierno. Es obvio que el autor estuvo en campamentos de este tipo, que era un bicho raro y que lo pasó fatal (y que odiaba a los monitores). Su mejor amigo resulta ser el fantasma de un niño desaparecido, cuya historia también parece sacada de un recuerdo de la infancia (el niño que para hacerse aceptar entre los compañeros se convierte en un payaso, y ya no puede escapar de ese rol). Tal vez esto explique por qué el cómic resulte tan inquietante y atrayente, a pesar de la previsibilidad de la narración.

Yo también tengo una vida como ayudante de producción!

En el Curso de Español tenemos una actriz que interpreta a un personaje episódico que es una auténtica petarda. Una bruja. Y una mindundi, al mismo tiempo, porque en realidad no es nadie y no creo que su proyección como actriz sea de largo alcance ni en un futuro próximo ni lejano.

El caso es que desde el primer día que vino a grabar (ha tenido cinco sesiones en abril y tendrá cuatro sesiones en mayo) no ha parado de poner pegas a todas las cosas que yo le decía: que si la recogíamos demasiado temprano, que si su camerino es demasiado pequeño, que si sus secuencias estuvieran más agrupadas haría planes para poder irse antes, que si cuántas secuencias va a tener en mayo, que cómo va a evolucionar su personaje, que si por favor alguien de producción le pediría un taxi o "algo" (¡tenemos dos conductores!) para acompañarla a casa, que qué rollo tener que repetir secuencias, que qué rollo tener que esperar en los tiempos muertos, o hacer pausas... y terminó cavando su propia tumba en la jornada de ayer, en el control de realización, llamandonos cosas muy feas (al equipo de producción, o sea, a mi) que soy incapaz de reproducir en un blog público, porque se aburría miserablemente mientras le tocaba esperar de nuevo a bajar a plató. Lo que demuestra que esta chica,además de ser tonta, desconoce totalmente el medio en el que trabaja, porque los mismos que están en el control de realización son mis compañeros de programa, despacho y fatigas.

Yo ya había manifestado mi incomodidad por la actitud de esta muchacha, teniendo en cuenta que el resto de los actores son estupendos, encantadores, cariñosos, no ponen pegas, si necesitan algo lo piden amablemente, si discrepan plantean sus dudas con educación y entienden que si se les paga por sesión la jornada dura ocho horas. Además, había sorprendido varias carusas y mohínes variados en el plató ante alguna orden de la directora del programa. Pero los insultos hacia mi persona, que por supuesto me trasladaron los compañeros de realización de manera inmediata, fueron la gota que colmó mi paciencia. Se lo he contado a Isabel (se perfectamente que Isabel me aprecia mucho y que tiene en cuenta todas mis opiniones) y ella inmediatamente ha dicho que no está dispuesta a tolerar semejante actitud, por lo que las cuatro secuencias que nuestra Nayra tendrá en mayo serán las últimas que tenga en nuestro programa. Ya se lo ha comunicado al productor ejecutivo y ha dado la orden a los guionistas para que la envíen a estudiar a Canadá. Creo que nadie del equipo lo lamentará (bueno, si, Josito, el conductor, que dice que está buena, pero como yo soy de Valentín y este último piensa que tampoco es para tanto, la opinión de Josito y sus penas me traen al pairo).

Sé que está muy mal decirlo, pero estoy increiblemente contenta de que este episodio haya terminado así, y de pronto he sido consciente del poder que puede llegar a tener un ayudante de producción en un programa. Lo que Nayra jamás sospechará es que habrá dejado de ingresar 300 euros por día de trabajo en Televisión Española por intentar tratar a la ayudante de producción como si fuera su asistente personal.

Festival de Cannes


Nuri Bilge CEYLAN:
ÜÇ MAYMUN (THREE MONKEYS) 1h49

Jean-Pierre et Luc DARDENNE:
LE SILENCE DE LORNA 1h45

Arnaud DESPLECHIN:
UN CONTE DE NOËL 2h30

Clint EASTWOOD:
CHANGELING 2h20

Atom EGOYAN:
ADORATION 1h40

Ari FOLMAN:
WALTZ WITH BASHIR 1h27

Philippe GARREL:
LA FRONTIÈRE DE L'AUBE 1h40

Matteo GARRONE:
GOMORRA (Gomorrah) 2h15

JIA Zhangke:
24 CITY 1h47

Charlie KAUFMAN:
SYNECDOCHE, NEW YORK (1st film) 2h04

Eric KHOO:
MY MAGIC 1h15

Lucrecia MARTEL:
LA MUJER SIN CABEZA 1h27

Brillante MENDOZA:
SERBIS 1h30

Kornel MUNDRUCZO:
DELTA 1h32

Daniela THOMAS, Walter SALLES:
LINHA DE PASSE 1h48

Steven SODERBERGH:
CHE 4h00

Paolo SORRENTINO:
IL DIVO 1h50

Pablo TRAPERO:
LEONERA 1h50

Wim WENDERS:
THE PALERMO SHOOTING 2h04

Pues esta es la selección que irá a concurso este año en Cannes. Entre el resto de la programación hay un montón de acontecimientos: la cuarta parte de Indiana Jones, que abre el Festival (Spielberg estará en Cannes dando entrevistas), la peli de Woody Allen rodada en Barcelona, que todo el mundo da por hecho será un truño (la categoría estética favorita de mi hermano), la versión remontada de Ashes of time, la superproducción de espadachines que en su día hizo Wong Kar Wei, y que por lo que yo he visto de ella es una castaña, el esperado documental de Kusturica sobre Maradona. Rosales se ha quedado fuera de cualquier sección, lo que no deja de ser un poco raro, teniendo en cuenta lo fiel que es Gilles Jacob a su cantera (ahí está la presencia de Paolo Sorrentino, que año tras año malas críticas tras el pase de sus películas). A la espera de la programación de La Semana de la Crítica y de (sobre todo) La Quincena de los Realizadores (lo más trendy para los iniciados), hay que decir que estamos sin realizadores españoles y con un montón de cine español: las películas de Soderberg, Lucrecia Martel y Woody Allen están financiadas con capital nacional. Destaca el poderío que se han traído con la selección francesa, habitualmente flojilla, con Desplechin (nunca estrenado en España, pero estupendo) y Philippe Garrel, que "traiciona" a Venecia, donde venía estrenando regularmente sus pelis (Les amants reguliers, se llevó el premio especial del jurado hace un par de años), y sigue siendo el cineasta que pone títulos más bonitos a sus películas. De la Champion League cinematográfica este año sólo tenemos a Eastwood (que se trae a la Jolie de madre de una niña secuestrada, esta chica se está especializando) y a Jia Zhangke (el de la china que ganó hace dos años en Venecia, para el común de la crítica cinematográfica española). La presencia de Egoyam y Wenders parece un caso de fidelidad caritativa, la de los Dardenne es obligada (¿qué se llevarán este año?), Trapero (dos argentinos en la sección oficial!) siempre cumple, el turco Ceylan también, y a ver si salta alguna sorpresa entre los desconocidos (como con 4 meses... el año pasado). No hay iraníes, ni coreanos, ni rumanos, ni tailandeses, a ver qué cinematografía pone de moda el festival este año.
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miércoles, 23 de abril de 2008

El karma como infección



Quedaban cinco segundos para que terminara el Liverpool-Chelsea, con 1-0 a favor del primero, cuando el Chelsea sacó un fuera de banda, el balón llegó rápidamente a la línea de fondo, un jugador del Chelsea consiguió revolverse y mandar la pelota al centro al área chica, donde un defensa del Liverpool despejó sin oposición... a la red de su portería. Hasta hace poco (hasta ayer, vamos) se consideraba que este tipo de acontecimientos eran exclusividad del Atlético de Madrid, equipo que ha hecho de la calamidad timbre de orgullo y seña de identidad. Pero a partir de hoy tendrá que compartir rasgos identitarios con el Liverpool (y más, si como es probable, este gol en propia puerta en el ultimísimo segundo del partido le impide jugar la final de la Copa de Europa, Champion League en la terminología de los comentaristas deportivos). De lo que no hay duda es de cómo ha llegado a la ciudad inglesa la mala suerte: en las botas de Fernando Torres, otrora eterna promesa en el equipo del Manzanares, y hoy, según cuentan los periódicos, héroe en su actual formación. Pero lo suyo es una puesta al día de alguno de esos conceptos que aparecen en las tragedias griegas, y que también quedan cuando se les cita en el idioma original, como arjé. Pues que está claro que el cenizo es como una miasma que se adhiere de alguna manera preternatural al alma del individuo, y éste la va paseando por donde vaya, y en cuanto encuentra acomodo se expande a la búsqueda de nuevos huéspedes, como los virus y los genes, y al Liverpool se le ha caído el pelo.

martes, 22 de abril de 2008

El próximo presidente de EEUU


No conozco a nadie que desee, o simplemente crea, que va a ganar McCain en las elecciones de noviembre a la Presidencia de EEUU. Todos mis amigos se reparten entre Obama y Clinton. Cuando digo que va a ganar McCain, piensan que es una boutade o una provocación cool (bueno, es cierto que últimamente empiezan a ver que puedo tener razón). Yo no sabía que McCain había competido contra Bush ocho años ha por la candidatura republicana. Lo descubrí en la crónica que Foster Wallace escribió para Rolling Stones, y que acaba de ser publicada en español en un volumen que recoje varios reportajes del escritor norteamericano. Allí conocí la historia de su cautiverio durante la guerra de Vietnam, y aunque ahora es relativamente conocida, aconsejo a todos que la lean en el reportaje (tiene cierto paralelismo con nuestro Alcázar de Toledo: El almirante de la flota estadounidense era el padre de McCain, y nuestro candidato se negó a saltarse el orden en que los prisioneros eran canjeados, lo que le valió años de confinamiento en una caja con varios huesos rotos). El caso es que, por lo visto, el trabajo sucio inprescindible en toda campaña electoral se lo están haciendo ya los demócratas.

soraya



Pues después de tanto ruido periodístico como hubo alrededor de la elección de Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz del PP, hoy he tenido por primera vez la oportunidad de verla soltando un comunicado, o como se llame técnicamente el comentario más o menos chistoso sobre el mus que ha intentado pergeñar contestando a Esperanza Aguirre. La impresión que he tenido es que la vamos a ver mucho estos cuatro años: tal incompetencia no puede ser desaprovechada por el Psoe, que si en algo ha sabido demostrar pericia ha sido en sacar réditos de los errores ajenos. Otra es que no me extraña el indisimulado desprecio con que lo que se llama la vieja guardia (aunque anden todos por los cincuenta) se ha tomado este nombramiento. Y finalmente creo que habría que darle la razón a Jiménez Losantos: este equipo ya ha perdido las elecciones del 2012, y no parece que vayana tomarse la molestia de plantarle cara en serio al Psoe, sino que parece más preocupados por repartirse el (extenso) trozo de poder que mantienen en Comunidades y Ayuntamientos.
La verdad es que Espe se merienda a esta chica (no tan joven, anda frisando los cuarenta) en cinco minutos. Realmente la Aguirre es la única que parece que tiene ganas de ganarle las elecciones a Zapatero, y está convencida (erróneamente, desde mi punto de vista) de que podría hacerlo. Gobierna la Comunidad de Madrid como si estuviera haciendo la beca para decorar la Moncloa, se ha metido en fregados que le pueden pasar factura (como en Cataluña, donde al parecer causa repelús), y entre el PP de provincias está lejos de concitar entusiasmos unánimes. Si fuera una alternativa seria probablemente los socialistas sacarían la artillería pesada contra ella, y hasta es probable que le preparasen trampas dentro de los sectores de Madrid que más está haciendo crujir con su política (Sanidad y Educación). Pero por lo visto estos días, le va la marcha. Yo creo que no se va a presentar en este congreso, y que va a esperar pacientemente a que surja su oportunidad, consciente de que es más que probable que, tal como están las cosas, nunca llegue. Mientras tanto, tiene que escuchar alardes chulescos y desafiantes retándola a que se presente con una lista, algo que se supone es un derecho de cualquier militante del Partido Popular. Al final, nos va a caer bien esta señora.

lunes, 21 de abril de 2008

Lola Montes en Cannes



Este miércoles sabremos la programación de las secciones oficiales de Cannes, pero ya hay noticias sobre otros eventos, como el estreno de la cuarta entrega de Indiana Jones en la gala de inauguración, y sobre todo, la proyección de una restaurada copia de Lola Montes, film testamentario y en deslumbrante scope y technicolor de Max Ophüls, director, como todo el mundo sabe, de los dos melodramas más hermosos de la historia del cine.
(N. del A. para Miguel Castro: me refiero a Carta de una desconocida y Madame de...).

Vida de un ayudante de producció (3)

Me he cogido dos días libres, el lunes y el martes. Se lo comento a la Bernal por teléfono (no vino ni el jueves ni el viernes). Me dice que cómo no se lo digo antes, y que pratico la política de los hechos consumados, y que le he hecho la puñeta. La razón: que ella también se iba a coger el martes libre.

sábado, 19 de abril de 2008

Walseriana (3)

El ayudante de producción se levanta temprano por la mañana y se dirige al salón para ver la hora en un reloj que alguien le regaló por su boda. Tiene los números romanos y las agujas floreadas. Es bastante feo, pero se ha acostumbrado a él. Encima de la mesa negra que hay en medio del salón, y que está desplazada hacia una de las paredes, ve una botella de leche casi terminada. Es una botella de plástico de las que hay que guardar en el frigorífico. El ayudante recuerda que su hijo le prometió la noche anterior que guardaría la botella, y se fija en que la botella es cuadrada. Piensa que antes las botellas de leche, ya fueran de plástico o de cristal, eran redondas, la forma adecuada para que la mano agarre una cosa. Pero piensa que, al igual que muchos otros productos, los hacen de esa forma y ese tamaño para que se almacenen más fácilmente en el frigorífico. Que acertar o fracasar con una forma adecuada, o con los cierres de los tetrabricks, puede suponer un incremento o disminución de ventas notable. Y también los comerciantes presionarán para meter el mayor número de productos en un expositor. Y habrá especialistas para conseguir botellas cuadradas que se adapten bien a la mano. Como la casa del ayudante de producción es bastante pequeña, a estas alturas ya ha guardado la botella en el frigorífico y se olvida de ella.

viernes, 18 de abril de 2008

Otra vida de una ayudante de producción


La audiencia de Balas de Plata de anoche ha sido de 10,6%, seis puntos menos de share que el primer programa. Si esto sigue así, no lesauguro más de los 13 programas firmados en un inicio.


Hoy el conductor de la ruta ha sido conductora, una gratificante variación. Como nota curiosa, llevaba acoplado en el primer asiento a un compañero a modo de apuntador que le desgranaba meticulosamente la ruta. Eso no sucede cuando el que sustituye al conductor es otro conductor del género masculino. No he tenido más remedio que concluir que a las mujeres, cuando nos encontramos en puestos insólitos a nuestra condición, nos tratan con una deferencia (esa deferencia un poco ofensiva, como cuando alguien le explica algo a un niño cortito); que en este caso redunda en el buen servicio a los usuarios, que no tenemos que gesticular como posesos cuando el autobús hace amago de saltarse la parada. En esta sociedad se supone que el hombre ha de abrirse paso a codazos, sin preguntar, porque es autosuficiente y no necesita a nadie (como ejemplo preclaro, ese conductor sin guía ni explicaciones previas -pa qué- dando frenazos cuando los usuarios le advertimos a gritopelao: "¡eeehhh que aquí hay parada!". "¡Claro, como no me lo dicen atiempo!"). En cambio a las mujeres nos llevan de la mano como si fuéramos un poco tontitas, y los avispaos de cada "bando" se aprovechan de las supuestas ventajas de ambos roles. Y así nos va atodos/as.


En fin, es que se me han mezclado esta mañana en la cabeza, con los restos de sueño, la nueva conductora y las dos aspirantes a putas de lujo que se desgañitaban en el fragmento de OT que tuve ocasión de ver ayer en Youtube. Distintos modelos de mujer, pero la misma condescendencia siempre ahí, bajo la superficie.


Para ponerle una sonrisa al día tan nublado, una foto de mi sobrino en su plenitud de los cuatro meses de vida. Espero que sus padres le críen, dentro de lo posible, en un sano desprejuicio de los roles de género.

Ventajas de viajar en tren, de Antonio Orejudo



En la enrtrevista con Antonio Orejudo que Quimera publica en el número de este mes, el escritor declara que la literatura "es un oficio artesano, un trabajo manual como otro cualquiera. Un escritor, incluso aquel que se disfraza de intelectual o de maldito, es un eslabón más en la bien engrasada industria del entretenimiento." Antonio Orejudo se dio a conocer con Fabulosas narraciones por historias, un voluminoso libro que publicó en Lengua de Trapo (y que no he leído), y su siguiente título fue esta novela corta que ayer me leí de un tirón. Consta de varios relatos aunados por un leve hilo argumental (una mujer que vuelve de ingresar a su marido en un manicomio escucha un relato completamente delirante de otro viajero, que porta una carpeta donde descansan los relatos, igualmente delirantes, que componen buena parte del libro), y el referente más claro que se me vino a la cabeza fue Si una noche de invierno un viajero... de Italo Calvino. La reflexión irónica sobre el hecho de narrar y los postulados teóricos que analizan la literatura es típicamente moderna (la protagonista es una ex-estudiante de literatura casada con un afamado escritor); es en la elección del contenido de los relatos donde se puede adscribir este texto a la postmodernidad: Orejudo hace del horror contemporáneo el objeto de su pitorreo. Así asistimos a espeluznentes descripciones de vídeos snuff o degradaciones sexuales narradas en clave de comedia, ya sea por el tono empleado, o por el carácter claramente alucinatorio de la enunciación. A su vez, la mezcla de registros (desde lo escatológico a la reflexión metafísica o la cita culta) apunta a una desestructuración de la jerarquía canónica que enlaza con la idea de la literatura que el escritor manifiesta en la citada entrevista. Lo curioso es que para nada se transmite la impresión de cinismo o todo vale. El estilo y la estructura están bastante trabajadas, y se ve que Orejudo se toma en serio su trabajo. Nos hallaríamos, así, ante una especie de divertimento manierista metanarrativo, en el que el material que se recicla tira más a la literatura popular (sobre todo en su versión de narración paranoica a lo Philip K. Dick) que a la alta cultura, de la que, por otra parte, no se prescinde.

jueves, 17 de abril de 2008

Walseriana (2)

El ayudante de producción se ha resfriado haciendo un programa, tal vez por culpa de las corrientes que acechan en Prado. Por la mañana, en el Metro, siente ganas de toser, pero el vagón está tan lleno que le parece un gesto agresivo. Al final no le queda más remedio que estornudar hacia la revista que está leyendo, en concreto una entrevista a un autor español que compara el arte literario con las artes marciales o el arte de la pesca. Otro escritor escribe contra las bibliotecas pobladas. El ayudante de producción sigue tosiendo, y cree que sus vecinos se ponen cada vez más nerviosos. El tren se para entre estaciones, como es habitual. Al ayudante le gusta contar, durante esas paradas, cuanta gente va con auriculares puestos, y cuantas personas están leyendo. Pero en esta ocasión no levanta la mirada de la revista, porque teme encontrarse con la mirada acusadora de los viajeros que le rodean. Cree que debería bajarse en una estación, y coger otro tren, porque así cree que hay menos posibilidades de que sus compañeros de vagón se contagien. Al final, después de intentar aguantar las ganas de toser, un gran estornudo termina con sus molestias. Cuando cambia de tren, la tos no es más que un recuerdo. Entonces, sentado, se da cuenta que todas las personas que ven en el asiento de enfrente son mujeres. Y recuerda que todos sus jefes inmediatos son mujeres. Mira para los lados, buscando algún hombre en el tren. Y se siente aliviado al descubrir a varios.

Vida de un ayudante de producción (2)

El Día en que visité el Bernabéu
Con motivo de la producción de uno de los programas más absurdos que se han hecho en la tele, Tengo una pregunta para Luis Aragonés, lo que entronizaba al entrenador de la selección española como un personaje a la altura de los representantes políticos (aunque ya Núñez, cuando era presidente del Barcelona, exigió un status protocolario oficial, que al parecer Laporta ha conseguido de facto) tuve que acercarme por el Bernabéu a comprar 60 camisetas de la selección española para regalársela a los preguntadores del programa, que por ignotas razones reciben el nombre de panelistas. Hay que decir que la tienda oficial del Real Madrid, lejos de ser un pequeño local encajado en alguna esquina del campo (como yo pensaba que sería), es un macro centro que, por lo visto allí, concita visitas entusiastas de todo tipo de turistas (mi interlocutor me contó que era el Museo más visitado de Madrid-no sé si en serio- y que era la tienda modelo de Adidas en España, de lejos la de mayor facturación, cosa que no me extrañçó vista la cola que tuve que hacer y los precios de los productos). El importe de las camisetas se aproximó al medio millón de pesetas, y eso teniendo en cuenta que se nos facilitaron con un importante descuento. Tuve que sacar un anticipo a cuenta deprisa y corriendo, porque además había que serigrafiarlas con el logo de TVE. No contento con esta visita, me tocó regresar al día siguiente a por cuatro más, puesto que a alguien se le había pasado que, aparte los 60 panelistas, había también cuatro reservas, que también tenían derecho a su camiseta, aunque en este caso habrán de conformarse con una sin el logo de la tele.

Walseriana (1)

El ayudante de producción sale de su casa para coger el metro como cada día. Hay varios itinerarios para alcanzar la estación, y hoy elige el que pasa por el campo de fútbol donde a menudo se juegan partidos, pero a estas horas está vacío. El ayudante de producción se ha sentado alguna vez en las gradas de piedra, pero pierde siempre el interés en seguida, y siempre le cuesta decidir a quién tiene que apoyar en el campo. El ayudante de producción recuerda un día que fue con su hijo pequeño para que se inscribiera en un equipo de fútbol. Le hicieron unas cuantas preguntas, y el hijo pequeño parecía ilusionado, pero después dijo que no quería ir a entrenarse. El cielo es azul brillante, como suele ser cuando está nublado, y el ayudante de producción sería feliz si no fuera porque nota un pinchazo en el dedo gordo del pie derecho. La molestia es soportable, pero sentirla todo el día le parece que le hará perder los nervios, así que decide sentarse en un banco y quitarse el zapato. Pero los bancos parecen mojados porque ha debido de llover por la noche. El ayudante de producción tiene que elegir entre sentarse en un banco mojado o aguantar con el pinchazo hasta que llegue a un sitio donde pueda quitarse el zapato sin que nadie se sienta molesto. Finalmente se sienta, y el banco no está mojado en absoluto. Una mujer llama a su perro imperiosamente, que parece interesado en la maniobra del zapato. Lo que molesta es un trozo de uña. El ayudante se pregunta como habrá acabado la uña en el zapato, pero tiene que seguir andando para llegar al metro. En cuanto cruza la calle se olvida de su pequeña aventura.

domingo, 13 de abril de 2008

La ofensa, de Ricardo Menéndez


Encontré una entrevista con este escritor gijonés para mí completamente desconocido en un ejemplar de Quimera de no hace muchos meses. La revista suele venir con una colección de nombres que no me suenan de nada, y que una vez cerrada vuelven a sumergirse en el olvido, pero quiso la casualidad que ese mismo día visitara la biblioteca de mi barrio, y descubriera que había un ejemplar de este relato; y aunque no lo cogí en ese momento algún jirón de deseo se me debió de quedar colgando porque hace un mes acerté a pasar por frente a la balda donde descansaba plácidamente, y me lo llevé a casa, y hoy que prometía ser un domingo perezoso me lo he leído de dos sentadas. El libro transcurre durante la Segunda Guerra Mundial, y el protagonista es un joven sastre alemás que es llamado a filas. La narración se conforma como un relato de iniciación típicamente contemporáneo, o sea, que a lo que se inicia Kurt es al horror y al sinsentido.

"comprendió que el asombro, al fin y al cabo, es una categoría de lo cotidiano, y que sólo hay un dios, el azar, y que sólo existe una religión, la casualidad, y que cualquier otra interpretación de la vida y de sus accidentes no sólo está abocada al fracaso, sino que condena a la más absoluta ceguera."

Escrito con un estilo depurado en el que a veces se le va la mano al escritor, incapaz de renunciar a alguna metáfora brillante, el libro se divide en tres partes: en la primera el soldado asiste a una matanza de civiles como fría represalia por un ataque de la resistencia francesa, ejecutada por su mentor militar (esa emblemática figura moderna del padre demoníaco), en la segunda reposa en un casi paradisíaco -y explícitamente atemporal- sanatorio, escoltado por un médico bondadoso (y por lo tanto incapaz de enfrentarse al horror cuando este se manifieste al final del capítulo, en forma invertida, cuando un grupo de partisanos asesina a sangre fría a los convalecientes alemanes) y, sobre todo, por una figura angelical, una enfermera con la que vive una historia de amor que parece portar la semilla de una redención. En la tercera, vemos a la pareja en Londres en la inmediata posguerra. Kurt trabaja custodiando un cementerio. En el mismo momento en que su novia le anuncia que está (casi inverosímilmente) embarazada, emergen unos espectros siniestros que lo arrastran a una aventura explícitamente orínica, en la que vuelve la parte más oscura de su pasado. No voy a contar el final, aunque no hace falta estrujarse el cerebro para saber como acaba el libro, vista la (discutible) cita del mismo que he copiado. En cualquier caso, este interesantísimo libro me anima a leer más de este autor.

lunes, 7 de abril de 2008

Regreso a Normandía




El éxito mundial de Ser y tener ha posibilitado que se estrene en España el siguiente trabajo de Nicolas Philibert, Regreso a Normandía, de la mano de la misma distribuidora, Karma, especializada en documentales. Por lo visto el sábado pasado en los Renoir de Plaza de España, esta cinta no va a tener ni de lejos la repercusión de la anterior, lo que es una pena, porque estamos ante uno de los mejores films del año. Como es sabido, Philibert trabajó como ayudante de René Allio en la apasionante aventura de adaptar el libro que Foucault publicó a partir de un truculento caso acaecido en la primera mitad del XIC en la rural Normandía: un joven, Pierre Riviere, asesina a su madre y a su hermano y su hermana. El acusado escribió un texto explicando su acción cuando ya estaba detenido, y es esa voz la que articula la película (extraordinaria) de Allio. Uno de los hilos conductores de la película es precisamente la escritura: vemos notas de Allio, nnotas de Foucault, pero lo que sorprende por su belleza inesperada es la hermosísima caligrafía del propio Riviere. La película gira en torno a la memoria y su conservación: el texto recobrado del asesino, la abadía donde se conservan los archivos de numerosos escritores, los testimonios de los actores no profesionales que participaron en la película. Es una pena que no se haya hecho como en Francia, donde el documental que nos ocupa ha permitido el reestreno del Pierre Riviere, que en madrid la Filmoteca pasó hace pocos meses, aunque tal vez ahora hubiera sido el momento ideal, puesto que algunas imágenes necesitan el eco de la película original: el detenimiento en la mecanización de las tareas campestres de Philibert sólo se entienden adecuadamente en contraposición a la sorprendente aurenticidad que transmitía Allio en su filmación del trabajo en el campo normando hace dos siglos. El pequeño suspense que se monta acerca del actor que interpretaba a Pierre Riviere sólo engancha si uno conoce la impresionante encarnación de un personaje que llevaba a cabo el actor (y da lugar a una curiosa sorpresa). Philibert demuestra su maestría en la suavidad y fluidez que le permite cambiar de registro y temática sin que parezca que en ningún momento abandone su idea original (¿pero cuál es ésta?¿Un homenaje a Allio?¿Un testimonio de la manera de hacer cine en los setenta?¿Otro retrato de la Francia rural, como Ser y tener?¿Una reflexión entre la relación entre lo imaginario y lo real?).

domingo, 6 de abril de 2008

Ciudadano Kane en el Bellas Artes




En uno de esos ciclos que organiza el Círculo de Bellas Artes incluían Ciudadano Kane, que hace treinta años encabezaba todas las listas que se hacían acerca de las mejores películas de la historia del cine, a pachas con Ordet y El acorazado Potemkin. Las tres han bajado en el ranking bastantes puestos, porque así son las modas, y ahora en el Olimpo señorean Vértigo y Centauros del desierto, junto con alguna importación japonesa (Ozu o Mizoguchi, salvo que algún exquisito meta a Naruse, por ejemplo). Hace poco me vi Ordet y El acorazado, y siguen siendo muy buenas y apasionantes, y hasta cierto encono de nuestra época hacia la alta cultura les ha venido bien para redescubrirlas con nuevos ojos (Dreyer como uno de los directores más carnales y eróticos de la historia, Eisenstein como el gran voyeur del cuerpo masculino, ambos como los grandes testimonios de la imposibilidad del goce femenino); y como hacía siglos que no me veía la famosísima peli de Orson Welles decidí ver qué tal aguantaqba, y de paso me llevé a mis hijos mayores, para ver como la recibían ellos, que no tienen ninguna noción del canon fílmico. Algo me decía que me aburriría, o al menos me decepcionaría. Pues bien, a pesar de la pésima copia proyectada, Ciudadano Kane sigue siendo una estupenda película, en la que los elementos más llamativos no molestan (el uso de angulares, los soberbios movimientos de cámara-hay que ver que maravillosos maquinistas tenía que haber en aquella época en Hollywood-), y de repente emergen aspectos a los que no se había prestado atención, lo bien escritas e interpretadas que están muchas secuencias (la escena en que se reúnen Kane, su mujer, su amante y su rival político en un apartamento es extraordinaria). Uno recordaba la puesta en escena más megalómana, y aunque es cierto que hay una ruptura con lo que era el estilo clásico de la época (por ejemplo, en la autonomía de la cámara con respecto el devenir narrativo, algo que sería marca de la casa de la modernidad cinematográfica), la densidad narrativa hace que el estilo visual no fagocite la película, algo que sí ocurriría en posteriores películas de Welles.

Sobre la gestación de esta película se ha escrito muchísimo, y apreciar muchas de sus novedades requiere una labor arqueológica sólo para eruditos (a mis hijos no les llama la atención para nada que se vean los techos de los decorados, o la profundidad de campo, o ciertos trucos visuales de los que les encanta hablar a los profesores de las universidades). Pero es obvio que quien se lo pasó pipa fue Gregg Toland, el reputadísimo director de fotografía que participó encantado en esta aventura. En los títulos de crédito aparece al mismo nivel que el propio Welles, y mucho del film es obvio que se le debe a él y a la estética expresionista con fuertes contrastes que reina en el film, plena de significación (un ejemplo: cuando Kane redacta el manifiesto ético para el periódico, su rostro se encuentra a contraluz, en la oscuridad, mientras sus dos compañeros tienen las caras iluminadas, lo que da un tono inquietante y ambiguo al pronunciamiento).
Hay que volver siempre a los textos! Corremos el peligro de dar por sabidas las obras más prestigiosas. La semana que viene, en el mismo Bellas Artes, ponen Centauros del desierto. Esperemos que esta vez se traigan una copia en condiciones.

sábado, 5 de abril de 2008

Vida de un ayudante de producción (1)

Premios de la Música en Valladolid

Carmen me dijo que si me iba a hacer una gala a Valladolid archirrequetefacilísima: ni sonido ni iluminación, soltábamos la unidad móvil en un muelle da carga donde cabía un portaviones, enchufábamos los cables de cámara a un patch que estaba a dos pasos (el ultramoderno auditorio Miguel Delibes ya estaba cableado por dentro en previsión de estas cosas) y nos entregábamos al ocio y la molicie una semana. Ya hubo voces que se mostraron extañadas de mi confianza en tan idílico panorama. el primer problema que nos encontramos es que la situación de las UUMM no podía ser la prevista, porque se había retrasado el viaje de nuestra unidad y ya se había colado la de sonido (que era de otra empresa). Un tal Pachi, director de producción de la empresa que organizaba el evnto, se empeñaba con mil excusas en que las UUMM se quedaran fuera del muelle, y así estuvimos en una negociación que duró un rato, y que sirvión para que Jefe Técnico, Pedro Rico, estuviera de morros toda la retransmisión. A partir de ahí las cosas se bifurcaron. Aunque no había demasiados problemas, la sensación es que había una guerra sorda entre el equipo de TVE y el de la productora. Abundaban pequeños desplantes, irritantes llamadas de atención (siempre molestaban nuestros cables), hasta que alguien cortó el nudo gordiano: Ambrosio es una persona de montaje de toda la vida, con aspecto de tener la fuerza de un toro; a este trabajador se le ocurrió acercársele un tal Mayús, del que la definición más benevolente que se oyó es que se trataba de una loca histérica y maleducada, dándole toquecitos en la espalda y diciéndole que había un cable mal tirado. Ambrosio le dijo que era un gilipollas, y al otro no se le ocurrió otra cosa que decirle con voz aflautada que qué vocabulario era ése, tal vez el momento de su vida en que ésta ha corrido más peligro. Nuestro paladín dijo que le iba a dar una hostia, y cualquiera que haya visto mosqueado a Ambrosio puede hacerse una idea del terror que acometió al Mayús, del que no se volvió a saber nada en los días que restaban.