miércoles, 29 de septiembre de 2010

Eckermann


Yo creo que al pobre JP (Eckermann) todos le tratamos con la misma condescendencia con la que le debía de tratar Goethe, según se trasluce en el libro de conversaciones más famoso de la historia de la literatura, después de los diálogos de Platón (que, por otro lado, son otra cosa completamente diferente). De las Conversaciones con Goethe tenemos una muy solvente edición íntegra en castellano gracias al Acantilado y a Rosa Sala, e imagino que todos sus lectores hacen como yo, que de vez en cuando lo cogen, lo abren por cualquier lado y lo leen perezosamente durante unos días. A mí me parece inverosímil que nadie haya hablado nunca como lo hace Goethe en este libro, pero también es cierto que no es obligatorio que siempre se haya hablado como se suele hacer hoy día, cuando el lenguaje parece haber decidido regresar al momento en que apenas se diferenciaba del aullido pre-humano (sí, ya sé que parezco un viejuno reaccionario).


Total, que no me había leído la introducción autobiográfica de Eckermann hasta hoy. Allí he descubierto que el interlocutor del desconcertante genio alemán nació más pobre que las ratas, en una familia perteneciente a lo que sólo puedo describir como proletariado campesino. Según cuenta Eckermann, un hecho en su adolescencia dio un giro radical a su vida. Dentro del género "acontecimientos fundacionales que marcan la vida de su autor", el que narra Eckermann es destacable porque, sin duda, es el más modesto de la historia de la literatura: una noche su padre regresa de un viaje con un paquete de tabaco con la imagen de un caballo. "La imagen de este caballo me gustó mucho y, como casualmente tenía a mano pluma, tintero y un trozo de papel, se apoderó de mí un impulso irresistible de copiarla. (...) Cuando hube terminado me pareció que mi reproducción se asemejaba en todo al modelo, y saboreé una felicidad hasta entonces desconocida. (...) Pasé la noche casi insomne, sumido en una feliz excitación. No cesaba de pensar en mi caballo dibujado y esperaba la mañana con impaciencia para volver a tenerlo ante mi vista y complacerme en él."

3 comentarios:

´´ dijo...

Podrias haber avisado yo me lei entero y en orden !!!! Al final cansa, supongo que tu forma de leerlo es mejor. Se podria hacer una lista de libros con la siguiente caracteristica :

Libros que es mejor haber leido que estar leyendo.

abbascontadas dijo...

Y no te saltabas las páginas sobre el color de las sombras en la nieve y la forma de las plantas?

También te has leído la Vida de Samuel Johnson de principio a fin?

´´ dijo...

No , ¿al final muere ?