martes, 26 de octubre de 2010

Comedias incestuosas

La mosquitera y Cyrus tienen en común el punto de partida: un núcleo familiar con unos lazos entre madre e hijo bastante intensos. A partir de ahí se construyen dos películas completamente diferentes.


La mosquitera me parece muy divertida, pero aquí, en la Seminci, he encontrado a gente a quien le ha puesto muy mal cuerpo: el espacio en que se mueven los personajes está bañado por una locura de baja intensidad pero omnipresente, producida, sobre todo, por la evacuación del lenguaje de todo rasgo de violencia. Este reinado de la corrección política hace que los adultos sean incapaces de afrontar con un mínimo de sensatez las situaciones en las que se ven envueltos, causando desastres a cada paso (algunos muy siniestros, la verdad).


Cyrus tiene potencial para ser mucho más divertida de lo que es, porque tiene escenas planteadas para que el espectador se doble de risa. Desgraciadamente, la comedia es un género muy exigente y no admite medianías, y esta película, que parece un peldaño en el camino del meritoriaje de sus directores (los hermanos Duplass, de los que no sé nada), se queda a medio camino en casi todo, salvo en las estupendas interpretaciones de sus protagonistas, especialmente la de Jonah Hill, que hace de niño en cuerpo gigante permanentemente obsesionado por mantener a su madre a su lado mediante todo tipo de pérfidas artimañas (lo que se entiende perfectamente porque la madre es la gran Marisa Tomei), y que se come la película.

No hay comentarios: