lunes, 16 de mayo de 2011

The tree of life



La película de Malick, que le ha debido de costar la vida a algún montador, quiere explicar que en cada vida humana se contiene toda la historia del universo, por lo que igual que un meteorito (bueno, que digo un meteorito, el cosmos entero) se cargó a los dinosaurios, el azar puede disponer que un hijo muera. Aceptar el caos y el dolor de la vida es la vía femenina de la gracia, mientras que los hombres ya se sabe que en el peor de los casos se empeñan en actuar a través de la violencia.

Total, que Malick se tira media hora seguida, y con sonrojantes incursiones en el resto del metraje, poniendo imágenes de planetas al amanecer o de lavas volcánicas que son como el plasma primigenio del que nace la vida. Mucha luz y muchas hojas con gotitas, como en los calendarios que venden en las tiendas de alimentación naturista o cuelgan en las parroquias progres. La parte en que seguimos a una familia norteamericana en los 50 está mejor, a pesar de las irritantes vaguedades new age de la madre (mientras que el padre se dedica a parodiar al patriarca fordiano en su empeño de que sus hijos coman con modales en la mesa y lo traten de señor).


Total, al final un delirio más de fusión imaginaria con la madre devenida diosa, aceptación compasiva de que el padre supuestamente duro era en realidad un panoli, Sean Penn caminando por una isla volcánica muy rara, aunque en su vida diaria sea un arquitecto que sólo vive entre estructuras artificiales de acero y cristal, y la constatación de que ya no quedan productores con dos dedos de frente: Tree of life sólo sería soportable en un sensato producer's cut.



3 comentarios:

Sergio Sánchez dijo...

Noooooooooooooooooo! (negacionismo malickiano) ;-). Gracias por las crónicas.

Anónimo dijo...

Esta vez no te recomendaré abbascontadas, preferiré la crítica de mi denostado Boyero y tú seguirás comiendo abbas. Desde la Delgada Línea roja soy fan y devoto de Terence y encajo muy mal las críticas negativas a sus pelis. Qué le vamos a hacer.
Abrazo Henry

Soma

abbascontadas dijo...

Amós, no me puedo creer que a boyero le haya gustado El árbol de la vida