Como contaba en la entrada anterior, me he visto casi seguidas las dos películas de Na Hong-jin, una de las últimas apariciones estelares en el campo de cine de género coreano. The Chaser y The yellow sea se parecen bastante: comparten el gusto por la realización y el montaje frenético, por el formato ancho, por el uso del digital (que algún disgusto da en las secuencias nocturnas), por el recurso a un humor un tanto extraño y, a veces, francamente macabro (si bien esto puede ser una cosa cultural, dado que no está lejos de Johnnie To o de Miike), por protagonistas éticamente ambiguos, por el hacha como herramienta para hendir cabezas y por un guión con peculiares vueltas de tuerca.
Sí Tha Chaser es mejor se debe a que, aunque esté lejos de ser un film modesto, el director tenía menos pasta para rodarla. The yellow sea se permite todos los caprichos, y en consecuencia la película se alarga en interminables secuencias corales en que grupos de mafiosos se abren en canal con cuchillos de trinchar elefantes o publicitan la bondad de las hachas coreanas para abatir enemigos, cuando no hay fastuosas persecuciones en las que se destrozan docenas de coches. Incluso el IMDB anuncia que el metraje original del film es de 157 minutos, que se han quedado en 140 para su distribución internacional, sin que a la salida del cine nadie hiciera votos por hacerse con el director's cut.
2 comentarios:
A mí me deja de interesar a partir de que la trama se vuelve demasiado enredada y cuesta, al menos a mí, seguirla.
Eso nos pasó a todos, en cuanto la peli se desentiende del protagonista los espectadores nos desentendimos de la peli, que se vuelve muy confusa, desde luego.
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