miércoles, 7 de noviembre de 2012

La cinefilia es un arma cargada de impotencia



Contaba Ferran Alberich en la presentación que hizo en la Filmo de la restauración que ha dirigido de Vida en sombras que la película de Llobet-Gracia puede considerarse afortunada, pues será de las que perduren, ya que cuenta con una copia digital, o sea, (potencialmente) eterna. Y dijo que el cine que no se restaure digitalmente está condenado a la desaparición, y que, por supuesto, no hay dinero para digitalizar todo el cine que existe.

Vi la película acompañado de varios amigos que no la conocían, y todos salieron con la boca abierta. Yo la había visto en la tele hace más de dos décadas, y creo que ha ganado en este tiempo. Da la extraña impresión de que lleva en sus secuencias el germen de todo el cine moderno. Por poner un ejemplo, los protagonistas se van a ver al cine Romeo y Julieta, y la cámara les filma mirando embelesados la pantalla. Kiarostami realizó el corto para Chacun son cinema con los rostros de espectadores que asistían a una proyección de Romeo y Julieta, una especie de ensayo de Shrin. O ese comienzo, en el que la madre del narrador da a luz en una barraca de feria donde tiene lugar una de las primeras proyecciones de cine. El carácter alucinatorio de la secuencia (con un mago sacando al bebé de la chistera) nos indica que estamos ante una fantasía del protagonista, que fabula un origen mítico unido a su pasión cinéfila, de una manera similar a como el hombre elefante alucina una escena primordial en un circo para intentar entenderse como sujeto en la película de Lynch.

Pero lo más asombroso, obviamente, es como una película que surge explícitamente del impacto que produce en su autor la visión de Rebeca es capaz de desarrollar el tema latente del fantasma en una clave hitchcockiana que el director inglés tardaría todavía unos años en alcanzar. Así, la famosa escena en la que, en el comienzo de la guerra civil, Carlos abandona a su mujer embarazada cámara en mano, como si ésta le arrastrara a filmar el horror, mucho más fascinante al ojo que su objeto de deseo (Ana, la amante esposa que será aniquilada a raíz de ese abandono), anticipa el tema de The rear window. Aquí, el montaje de la escena del tiroteo, en el que se evita la habitual articulación del plano-contraplano (disparo-impacto en el cuerpo) hace que se sugiera que es la cámara la que provoca la muerte de los contendientes: todos fallecen tras ser filmados. Y el eclipse del mundo que se produce tras esa aniquilación de la mujer deseada, y su posterior resurrección imaginaria al borde de la tumba anticipa Vértigo de una manera tan literal que mi mujer apuntó la hipótesis, algo descabellada, de que el director le hubiera mandado una copia de la película a Hitchcock, dada la palmaria admiración que el film demuestra a su obra.

4 comentarios:

Sergio Sánchez dijo...

Hitchcock veía tanto o todos veían tanto a Hitchcock, que ya es indistinguible. Sólo un detalle sobre eso del cine digital. Mal que les pese a los irrdentos y fieles amantes de la pantalla grande, toda digitalización debería ir acompañada de edición en dvd. "Vida en sombras" podría multiplicar por mil a su público, no digamos ya si les da por subtitular en inglés. A veces es un poco estéril esto de escribir entradas sobre películas (y hablo porque yo también le dediqué una) y que el sentimiento generalizado de tus lectores sea "¿y dónde puedo ver eso en condiciones?". Craso error eso de que dicha edición no se anuncie en ninguna parte. Digitalización entonces ¿para qué?, ¿para dos capitales y dos festivales de cine?

abbascontadas dijo...

A mí me gusta el debate sobre como se va a ver el cine en el futuro, en el que está claro que las proyecciones en salas están llamadas a desaparecer, y que quedarán como una actividad cultural subvencionada, de la misma manera que las orquestas nacionales o el ballet sobreviven con dinero público.
Por lo que entendí, en el caso de Vida en sombras no estamos hablando de una restauración propiamente dicha, sino de una copia en digital de los mejores materiales existentes, por lo que no ha habido una mejora. Como no sé como se encuentran los derechos de la película, es difícil adivinar su futuro comercial, pero imagino que se podrá ver en televisión, y la calidad parece suficiente para un dvd.
Para su difusión internacional habrá que esperar a que scorsese o similar se encapriche con ella, hasta entonces nos tendremos que consolar con la idea de que es una peli de culto nacional.
En cualquier caso creo Alberich tenía razón cuando decía que lo que no se digitalice desaparecerá, e igual que ahora se habla de descubrimientos de copias encontradas en desvanes y armarios de filmotecas, en un siglo se hablará de vhs o dvd domésticos donde se conservan materiales inencontrables.

Sergio Sánchez dijo...

No tengo tan claro lo de las salas (ni lo contrario tampoco). Los estrenos en sala siguen prestigiando mucho a las películas, ¿no?. Que lo de estrenarse directamente en dvd sigue considerándose una especie de indignidad o deshonor.

abbascontadas dijo...

De hecho en algunos casos las películas se estrenan en salas para aumentar su precio de cara a su comercialización en dvd y tv, pero yo creo que es una práctica a desaparecer, y más desde que crecen y se diversifican los foros de información cinematográfica, y lo más cool es descubrir y habla de pelis que no se estrenan.
Cuando hablo de salas me refiero al modelo dominante de multisalas, que nacieron hace no demasiado, y que pasarán a mejor vida.
Pero es obvio que el futuro es el consumo doméstico, aunque sea en comunidad (virtual), como la reciente experiencia de filmin de ver Extraterrestre con los comentarios de Vigalondo "en directo"