miércoles, 20 de noviembre de 2013

El show de Albert Serra



Las presentaciones de Albert Serra, al menos en España, están cortadas todas por el mismo patrón e incluyen números obligatorios: felicitar al público por asistir al pase de una buena película española (a veces añade "la mejor del año", ayer se conformó con calificarla como "la más original que cualquier espectador en esta sala vaya a ver esta temporada"), los actores profesionales son los seres más estúpidos que pueblan la tierra, su método de trabajo es la pera limonera y lo ha inventado él, y diversas variaciones del tema "yo molo mucho y el resto de cineastas son caca de la vaca". Con el paso del tiempo nuestro enternecedor enfant terrible va adquiriendo una vis cómica que hace de lo más ameno sus actuaciones en directo, y raro sería que no acabara haciendo monólogos en el club de la comedia; al menos ya contamos en España con alguien parecido a Godard, una figura que conjuga una obra tirando a minoritaria con una presencia pública un tanto clownesca.

Historia de la meva mort está más que bien, aunque a duras penas consigue su confesado propósito de aburrir al espectador: cuando uno está hasta las narices de ver deambular a un Casanova grotescamente anclado en la oralidad, gozando en la analidad más desaforada y desternillante, aparece el personaje de Drácula y la película tiene una parte final bastante hipnótica, si bien habría que considerar que lo otro del libertino ilustrado que fue Casanova no es el mito gótico-romántico de Drácula, sino la figura psicótica-racionalista de Sade. 

2 comentarios:

Sergio Sánchez dijo...

Cuando hizo su aparición sorpresa al final de "El cant dels ocells" en Sitges tuvo que impresionarle verme abandonar la sala, creo que fui el único y supongo que no se explica que alguien fuera ¡a ver la película!

abbascontadas dijo...

Mira que perderte lo principal y quedarte con lo superfluo...

Mi compañera de fila, después de revolverse un rato en su asiento, decidió marcharse...¡en el penúlrimo plano! Que no sé qué puntúa más, si fardar de haberla aguantado entera o tirarte el rollo de que te has ido para no ver el último plano