martes, 22 de marzo de 2011

El día del orgullo fálico


Una vez desechados los Tomahawk a punto de caducar, Obama ha anunciado que se retira del embolao libio, que es una cosa local y mediterránea para la que cuenta con la solvencia de los eximperios francés y británico, siempre contentos de poder sacar a orear sus pililas frente a los más débiles cuando el jefe de la pandilla se lo permite. El más contento es Sarkozy, que ha descubierto que es el que la tiene más grande de los europeos (lo que tampoco es decir mucho), y aunque los pilotos franceses podrían bombardear Libia desde cualquier base francesa sin perderse el desayuno y el almuerzo en casa, va a desempolvar el Charles de Gaulle, un portaviones que nuestra tele anuncia con entusiasmo a todas horas que es el buque de guerra más grande que hay en Europa.

Sólo que el Madrid pierda sus cuatro partidos con el Barça por 7-0 puede superar la alegría que me llevaría si algún misil de Gadafi consigue partir semejante monstruo por la mitad, lo que no quita, por supuesto, que al igual que todos los líderes mundiales, lleve semanas sin dormir pendiente de la suerte de eso que se ha dado en llamar "el pueblo libio" , y que parece ser que son todos los libios menos Gadafi y su hijo, que ya nos han dicho que a su lado sólo combaten "mercenarios subsaharianos", aunque a todos los periodistas se les nota las ganas de escribir "negros de mierda".

1 comentario:

´´ dijo...

Sarkozy va fuerte, caña en Libia, peinando a los japoneses por la nuclear, el único que le puede hacer sombra es Putin, Berlu esta follando. Luego tenemos a Merkel que la colega debe alucinar (me la imagino con una hucha cerdito bajo el brazo), los ingleses que van a lo que diga U.S.A y por último España y Portugal que siguen en Europa porque no hay una sierra lo suficientemente grande para serrar el pirineo.