El otro día estaba viendo una de los Transformers en la que Megan Fox y Shia LaBoeuf se despedían porque él se iba a la Universidad, y la cámara de Michael Bay no paraba de girar alrededor de ellos y saltar de eje, y ellos no paraban de decir chorradas, y me levanté del sillón y puse al cielo por testigo de que me iba a ver los cuatro packs que Intermedio ha editado con la obra de Straub & Huillet seguiditos, y que hasta que no me purificase de tanto plano inútil no regresaría al mundanal cine. Me vi Antígona, de la que escribiré un sesudo tratado cuando relea la obra de Sófocles, y Lecciones de historia, que también tiene a Brecht como punto de partida, en concreto Los negocios de Julio César, y que podría pasar por un guión de Monty Python al que los directores le han incrustado unos larguísmos planos secuencia de un coche danzando por Roma para que se viera que le suyo es cine radical y árido y riguroso y esos adjetivos que siempre se le ponen a las pelis de S & H, lo que no evita que Lecciones de historia sea un film despiporrante y genial, en el que el conductor del coche resulta ser un periodista o un historiador que va entrevistando a algunos personajes que conocieron a C. (Julio César), astuto y despiadado trepilla que supo manejarse en la convulsa política romana del primer siglo antes de Cristo.
La principal pega que se le puede poner a la edición de Intermedio es que sean más papistas que el Papa, y hayan decidido utilizar el subtitulado de la Huillet para la edición francesa para hacer el suyo (hasta el punto de que la duración de los subtítulos es la misma, y aparecen exactamente en los mismos puntos). El caso es que, por razones un tanto peregrinas pero que los de Intermedio reproducen con desarmante fidelidad, la Huillet dejó bastantes fragmentos sin subtitular, especialmente del entrevistado más molón y que más se explaya, lo que resulta un tanto frustrante, ya que su intervención es apasionante.
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