sábado, 19 de junio de 2010

El Apocalipsis que viene


Ayer participamos en un casting para familias que organiza Nintendo para una campaña de publicidad alrededor de un nuevo juego para la Wii de Mario Bros, probablemente el protagonista más inane que cultura alguna haya inventado jamás, y a cuyo lado los protas de Walser parecen personajes de Homero.

Allí fuimos mi mujer y yo, con nuestros tiernos vástagos. Como es de imaginar, el más pequeño (11 años) es un Wiiadicto y conoce tanto la consola como al merluzo de su protagonista, con lo que con absoluta normalidad se convirtió en el líder natural del grupo y representante simbólico ante la parte contratante de la segunda parte. Ahí es nada ver como recibía con serenidad pasmosa todo tipo de instrucciones formales, que luego condescendiente transmitía a sus analfabetos padres (como en esas pelis americanas en las que los hijos de los inmigrantes son los que saben leer y tienen que instruir a su padres en las maravillas de la tierra prometida), y por supuesto fue agraciado con el mando principal, el que gobernaba al fontanero bigotudo, mientras que yo, por ejemplo, tardé una enormidad en descubrir que mi mando hacía saltar un monigote descrito como "una seta amarilla". Total, echamos un par de partidas todos juntos, en las que el benjamín sacó una puntuación siete veces mayor que todos los demás, sin que se reprimiera a la hora de echarnos un rapapolvos por nuestra incompetencia suma, que nos condujo a la eliminación.

Pues así nos va, rota la cadena de transmisión simbólica, con los hijos embarcados en mitologías absurdas de las que los padres no sabemos nada, y que de repente se muestran claves para sobrevivir en nuestra sociedad: ¡El mundo se hunde!¡Llega el apocalipsis!

1 comentario:

alejo dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ

oye, para ya que me meo!! hjahahahaha

pues si..

hay un chiste - cuento cuya procedencia podrás imaginarte que dice así:

En un avión van un padre moderno ateo con su hijo y un padre judío hortodoxo con el suyo, los dos de la misma edad. El hijo del ateo trata fatal a su padre, le manda a callar, le insulta, juega a la videoconsola y no hace caso de lo que se le dice, no para quieto... el padre ateo, harto del crio mira hacia otro lado y se da cuenta de que el otro niño sin embargo se dirige a su padre con educación, le prepara una almohada para que apoye bien la cabeza, se preocupa de que esté a gusto, le pregunta si quiere agua... el ateo, sorprendido le pregunta al hortodoxo "Pero oiga.. cómo hace usté para que su hijo le tenga tanto respeto y lo trate con tanto cariño? El mio a mi me trata con la punta del pie!" El otro responde "Pues mire usté, yo soy creyente y nosotros creemos que cuando uno se hace viejo está más cerca del encuentro con Dios, por eso mi hijo me cuida y me tiene deferencia, estoy más cerca que él del Eterno... usted sin embargo cree que no hay trascendencia y que venimos del mono por lo que usté, al haber nacido antes que su hijo, está menos evolucionado que él, por lo que veo del todo lógico que le trata con tan poco respeto!! al fin y al cabo usté es una pizca inferior a él!"