viernes, 17 de agosto de 2012

Haywire, o el bigote intertextual



Soderbergh tiene pinta de ser el empollón de la clase, con esas películas tan aplicaditas que hace; aquí le ha tocado hacer un ejercicio hitchcockiano con un leve toque de la que debe de denominarse cine europea en las escuelas de cine norteamericanas. A mí se me escapa qué interés puede haber tenido el director en hacer esta película, y los actores tampoco parecen mucho más enterados. La diferencia con Kill Bill (otra película con un sujeto femenino acosado e invulnerable en su centro) es abismal; aunque no te guste la de Tarantino, es imposible no apreciar el deseo por filmar que hay en la pantalla.

Tampoco es que Haywire esté mal, simplemente parece inútil. La escena más interesante, con diferencia, es la excursión de la protagonista con Fassbender de falsa luna de miel. Y eso que, aunque nos han vendido que la chica es listísima, cae en la trampa como una pardilla, cuando todo el patio de butacas percibe que el ex-novio y ex-jefe (un horroroso Ewan McGregor, por cierto) se la está jugando. En la habitación del hotel tiene lugar el momento más original de la película: los dos agentes sacan la pistola, y en vez de jugar a ver quién la tiene más grande, como es de rigor en el cine de acción contemporáneo, esconden (renuncian) al falo, que guardan en la cama, momento en que adivinas que el chico tiene sus horas contadas.

El otro punto del film es la relación de la heroína con su padre, al que idolatra y en quien confía ciegamente, padre que se gasta un bigotillo que nos suena vagamente: ¿dónde hemos visto algo parecido? Pues claro, es igualito al de Chisu Ryu, y es que Haywire es como Primavera tardía pero en thriller y en moderno, o sea, que ni padre ni hija están dispuestos a cortar el lazo incestuoso que los une, con lo que al final todos los hombres que han pasado por los brazos de la chica pasan también a mejor vida, por meterse donde no les llaman.


5 comentarios:

Jesús Cortés dijo...

Con esta conexión Ozu-Soderbergh te superas a tí mismo.
Me acordé de este don que te asiste revisando "Advise and consent" imaginando tu paralelismo con "La escopeta nacional", pero imagino que es demasiado obvio para tu gusto.

abbascontadas dijo...

Bueno, igual se me ha dio la mano (a veces me reprimo, a propósito de Diamond flash iba a contar que en seguida adivinas la identidad del enmascarado gracias a ... Un ramito de violetas), pero la idea de relacionar textos aparentemente muy alejados es mostrar que los relatos tienen leyes intrínsecas que operan al margen de los autores (lo que no quita para que los haya mejores y peores, claro).
Si en Haywire la chica sólo es capaz de mamporrearse con los hombres que la rodean/desean, es, de alguna manera, porque su padre no ha cortado ese lazo incestuoso que le une a su hija, mientras que en Bashun (citada básicamente porque es mi peli favorita de Ozu, a lo que no son ajenos motivos biográficos, porque también yo tengo una hija a la que me siento muy unido) el trabajo del padre (y sobre todo de sus amigos) es desenredar ese nudo de manera fructífera.

Y muy bueno ese paralelismo entre Advise and content y La escopeta nacional, me lo apunto para plagiártelo en cuanto pueda.

Sergio Sánchez dijo...

Completamente de acuerdo con Jesús. Mi especialidad es relacionar todas las películas que existen con "La aventura", pero eso no es tan divertido ni admirable, jaja...

Jesús Cortés dijo...

Elvis, harto de que los periodistas le preguntaran por sus influencias citó a Dios como máxima inspiración, así que ya sabemos donde conduce todo si se tira del hilo: a ninguna parte.

abbascontadas dijo...

Preguntar a los directores por influencias es perder el tiempo; al margen de que, habitualmente, han visto menos cine que un cinéfilo medio (hace poco un compañero de Días de Cine le preguntó a Jaime Rosales por The river, y no la conocía, y le pregunté a Apichatpong por The ghost and Mrs Muir, y como si le preguntara por un marciano), tienen bastantes dificultades para hablar de las influencias, labor, por otra parte, que corresponde al crítico y al teórico.