miércoles, 2 de junio de 2010

Vuelve el mar


Mi hijo pequeño se pasó el festivo de ayer viéndose la soporífera saga de los piratas caribeños, pergeñada por el aventuricida Bruckheimer, lo que me da pie a comentar la vuelta al primer plano informativo de diversos conflictos relacionados con el mar y sus géneros narrativos.
Si bien siempre ha habido piratería, los últimos años han vivido un revival mediático descomunal de estas prácticas, localizadas sobre todo en Somalia, revival tal vez provocado por la adecuación de la situación con los cánones del género (escondites en los que no existe la ley, malos enemigos de la civilización, y la excusa para que antiguas y nuevas potencias manden a sus barcos a patrullar la zona).
Los submarinos han vuelto a la superficie en Corea, donde un buque de guerra de Corea del Sur estalló en zona de conflicto. En un principio Corea del Sur descartó la participación de Corea del Norte en el suceso, y el régimen norcoreano siempre ha negado que tuviera nada que ver con el hundimiento. Al poco, sin embargo, apareció una "comisión internacional de expertos" que dictaminó que un submarino de Corea del Norte había torpedeado el barco surcoreano, dictamen que Hillary Clinton aprovechó para pedir reuniones urgentes y castigos contra el agresor, y supongo que también le sirvió para convencer a coreanos y japoneses de que las importantísimas pero impopulares bases militares que EEUU tiene en sus respectivos territorios son fundamentales para la seguridad de la zona.
Lo interesante de la citada comisión es su función "enunciadora" en todo el asunto: Corea del Sur tiene una de las Fuerzas Navales más importantes del mundo, así que expertos que pudieran aclarar lo que ocurrió en la zona del suceso le sobran, por lo que esa posición externa que implican los expertos sólo es necesaria para poder articular públicamente lo indecible (por Corea del Sur), o sea, que fue Corea del Norte la que hundió el barco (lo cual no implica, claro, que eso sea la verdad de lo que ocurrió).
En cualquier caso. lo último que se supo fue que China mandó a un mediador para lidiar con las partes, momento en que todos las apocalípticos anuncios de inminentes conflictos (y cualquier otra alusión a los enfrentamientos) desaperieceron de los medios de comunicación. China ha demostrado quien manda en la zona, y que no le interesan aguas agitadas.
El último evento acuático ha sido el asalto de comandos israelíes a un grupo de barcos que, fletados por una ONG turca de corte islamista (y bastante poderosa, por lo que he leído acerca de su implantación y la envergadura de toda la operación), pretendían atracar en el bloqueado puerto de Gaza. Que Israel permitiera el paso de los barcos tenía tantos visos de probabilidad como que Pellegrini continuara en el Madrid. Contrariamente a todo lo que he leído en la prensa (la verdad es que sólo El País), la impresión que tengo es que la actuación de Israel ha sido una muestra de impotencia, y no de impunidad. Les han tendido una trampa de la que no tenían escapatoria, y han salido de ella como han podido, que ha sido con bastante torpeza. Estamos tan acostumbrados a pensar en los judíos como mentes infaliblamente maquiavélicas, y dueños de un ejército tan aparentemente invencible (por no hablar del Mossad, del que a veces se diría que gobierna el mundo en la sombra, cual encarnación moderna de los delirios de los protocolos de Sión), que somos incapaces de ver lo que salta a la vista: que aquí, quien ha hecho de "judío" ha sido el gobierno islamista de Erdogan, que se ha sacado de la manga una jugada política que debería pasar a los anales de los manejos internacionales.
Dado que Israel ha hecho lo poco que podía hacer (y lo ha hecho regular) para quitarse el marrón de encima, vamos a mirar hacia donde hay que mirar en este caso, porque las repercusiones pueden ser importantes a medio plazo. Como se ha recordado a menudo, Israel es un aliado importante de Turquía, pero sobre todo militar (parece ser que las cúpulas militares de ambos países están a partir un piñón, y llevan décadas así). También es público y notorio el peculiar estatus que los militares tienen en Turquía, y la extrema desconfianza que manifestaron hacia la posible deriva islamista del gobierno de Erdogan. Así que considero que la jugada de los islamistas turcos en este caso tenía una primera motivación interna, un golpe contra los militares para devaluar su poder en la república.
De cara a la política exterior, esta jugada maestra demuestra que Turquía ha dado por perdida su batalla por entrar en la UE (sin que sea descartable que haya perdido interés, viendo los vientos de crisis que azotan nuestro continente), y que ha decidido desarrollar una expansión asiática, por la zona (imagino) que conformó el Imperio Turco, imperio que a muchos les sonará a aventuras exóticas, pero que existía hace menos de 100 años y que durante bastantes siglos fue el imperio más poderoso de la tierra. Vamos, que en lo referente a política y diplomacia los turcos están lejos de ser unos panolis, y hasta han conseguido que la Liga Árabe se solidarice con ellos! Vivir para ver, si Lawrence de Arabia levantara la cabeza (también es cierto que cuando el Imperio turco se derrumbó, y Francia e Inglaterra ocuparon el vacío de poder, las consecuencias -que todavía sufrimos hoy en día- fueron catastróficas).
Para esta "reconquista" de influencia en tierra islámica la amistad tan evidente con Israel resulta altamente perjudicial, y más teniendo en cuenta que el gran competidor es el otro imperio histórico de la zona, Irán/Persia, otros que también se han llevado bien siempre con los judíos pero que han escenificado en las últimas décadas un antagonismo feroz contra Israel, tan histriónico que sólo puede ser considerado propagandístico, propaganda que, al parecer, les ha dado buenos réditos publicitarios, que imagino son los mismos que busca Erdogan con sus declaraciones acerca de crímenes contra la humanidad y terrorismo de estado (que los kurdos deben de estar alucinando oyendo estas cosas).

4 comentarios:

Jesús Cortés dijo...

Abbas, me he divertido con tus crónicas desde Cannes.
No habrá huelga de hambre; aborrezco a Iñárritu.
Me gustó menos que a tí "Ket lány az utcán". Creo que el gran de Toth empieza con "None shall escape".

abbascontadas dijo...

Pero como que te has divertido! si yo pensaba haber escrito sesudos ensayos de alto voltaje teórico...

Como mi conocimiento de la obra de de Toth es mínimo no podría situar "Ket lány..." en el conjunto de su obra, pero me pareció apasionante porque, precisamente, estaba lejos de ser una película redonda, y aparecía atravesada por muchas tensiones que tiraban de ella en muchas direcciones. Me hubiera gustado dedicarle más espacio, pero al final quedó taponada por otras películas.
Para empezar, la estructura narrativa es de un melodrama: joven burguesa que es arrojada del hogar familiar al estar embarazada, y es condenada a sobrevivir en ámbitos que flirtean con la prostitución, otra inmigrante del campo que trabaja de obrera en la construcción hasta que el jefe de obras con el que flirtea torpemente intenta violarla, para ser despedida a continuación. Sin embargo, la película mantiene en todo momento un tono de comedia ligero, trazando al principio un retrato de una especie de paraíso lésbico ajeno a toda autoridad patriarcal, para acabar convirtiéndose en una comedia sentimental en la que la chica de pueblo asciende socialmente para que pueda repetirse en las condiciones adecuadas el desastroso encuentro del comienzo (provocado, sobre todo, por el malentendido que la diferencia de clases abría entre la obrera y el jefe de obras,diferencia ante la que la ingenua chica de pueblo permanecía ciega).

Bueno, que la misma errancia del guión la hacía sorprendente.

Lo de Iñárritu, pues eso, que con tanto cine que queda por ver, como para perder el tiempo con sucedáneos.

Jesús Cortés dijo...

Rectifico: tus sesudas conjeturas y demostraciones me han parecido mejores que el 99% de las tonterías patrias que he leído sobre el Festival.
Y además no le perdonabas la vida a nadie, que se agradece.

abbascontadas dijo...

Anda, si no he comentado algo fundamental, que lo de acercarme a ver la de Toth fue por influencia tuya (y de Sire); tras una entrada que le dedicabas encontre' un dvd de Day of the outlaw (que me parecio' extraordinaria) y por eso me meti' a ver e'sta, de la que no sabi'a nada.

Bueno, el blog es bastante modesto, seri'a ridi'culo ponerme por encima de nadie, y su funcio'n es animar a ver peli'culas (y leer libros) que me gustan.

Saludos!