viernes, 27 de abril de 2012

La cinta blanca



A pesar de mis prejuicios con Haneke me he visto este film que hace tres años ganó la Palma de Oro, según mi modesta opinión gracias a una brillante campaña de publicidad que la vendió como una película sesuda que mostraba las raíces del nazismo. A mí me ha parecido en extraordinario relato de terror gótico, mientras que la parte más didáctica y explícita no me interesa.
La narración está contada en primera persona por el que fue el maestro de la escuela rural, pero que, como suele ser habitual, cuando quiere (el guionista) posee los atributos del narrador omnisciente. La acción transcurre en un pueblo protestante del Imperio Austro-húngaro justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, donde seguimos el periplo de varias familias: la del barón y dueño del pueblo, la de su administrador, la del doctor, la del pastor y la de un granjero. Si bien parece que asistimos a la epifanía de la sociedad patriarcal, uno se huele en seguida que todas esas figuras paternas se van a venir abajo, aunque hay que agradecerle al guión el que lo haga de formas tan variadas.
Total, una especie de Twin Peaks a la centroeuropea, con todos medio majaras, pero en plan puritano, muy bien rodada.


2 comentarios:

Sergio Sánchez dijo...

El sonsonete de las raices del nazismo me pasmó un poco, aunque gente muy leída me asegura que sí, que eso está en la película. Probablemente es uno de los blanco y negro más impresionantes de los últimos 50 años, casi casi diría que es excesivamente hermosa para ser inquietante.

abbascontadas dijo...

Imagino que si sabes alemán y conoces bien la época nazi hay ecos que descubres, y luego es obvio que esa mezcla de autoritarismo formal y violencia pulsional es lo que caracteriza al fascismo, pero realmente lo que hace grande a la película es ese aire a El pueblo de los malditos que tiene (a mí es la que más me ha gustado de Haneke con diferencia).
El blanco y negro es de caerse de espaldas, incluso en dvd, así que una buena proyección en cine debe de ser para hipnotizar a cualquiera.