Hoy, por primera vez, mi hijo pequeño ha ido a la Filmoteca. En tan magno y trascendental acontecimiento para su vida futura ha estado acompañado por su hermana (la patrocinadora del evento, en cuanto acérrima fan de los Hermanos Marx), mi mujer y yo. Entusiasmado, a la salida me ha dicho que no le importa acompañarme al cine si le llevo a ver películas así de divertidas.
3 comentarios:
Es fantástico compartir con nuestros hijos nuestras pasiones!
Sí, pero a ratos es agotador, con esa extravagante tendencia contemporánea de permitir que los hijos tengan ideas propias, lo que lleva a aberraciones como que mi hija sea del Madrid, cubriendo de oprobio y deshonor el buen nombre de la familia.
Ya se encarga Guardiola de hacerle ver que está en un error...
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