Una de las cosas buenas de hacerse mayor es que se puede mandar a los hijos a las manifestaciones, mientras yo me quedo en casa leyendo a Dickens, como el protagonista de Hereafter. Antes de salir, les recordé los tiempos en que yo me manifestaba contra la OTAN, y volvía con cascos de antidisturbios como si fueran cabelleras arrancadas al enemigo.
2 comentarios:
Qué fuerte: me tienes que enseñar los cascos. ¿dónde los guardas? Cheers
Los cascos eran retornables y se los devolvía a la poli. Un ejemplo para la juventud de hoy.
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