domingo, 14 de septiembre de 2008

NOMBRES

Hace poco más de un año que me mudé al barrio donde vivo ahora, entre Delicias y Méndez Álvaro, residencial y muy tranquilo. En mi misma calle está la biblioteca pública Joaquín Leguina, que tiene también una pequeña sala de exposiciones y tenemos cerca algunos otros servicios públicos interesantes. Lo último que van a inaugurar es una guardería de la comunidad, también en mi misma calle. Terminaron las obras en primavera y parece un lugar muy agradable, el sitio donde uno llevaría a sus hijos sin dudarlo (aunque sé perfectamente que yo nunca podré llevar a mis hijos, si los tengo, a una guardería pública, por más que esta me guste y esté junto a mi casa, que como ya me explicó Ana Jesús, la documentalista de Gente, piden unos requisitos que te hacen dar gracias al cielo de que no te admitan al niño) : casitas luminosas, modernas, junto a un parque infantil y con un enorme jardín en la parte trasera. Pues bien, a principios de mes colocaron un cartel (un folio pegado con cinta aislante a la pared, escrito con rotulador), donde se decía que ya estaba abierto el plazo de inscripción. Al día siguiente, apareció otro cartel, más sofisticado, atornillado a la misma pared, donde se leía: Escuela Infantil de la Comunidad de Madrid EL JARDÍN DE LAS DELICIAS. No se si es el nombre más apropiado para una guardería, pero desde luego es un nombre fácil, por lo del jardín y por lo de Delicias. Pero dos días mas tarde, este cartel desapareció, o más bien fué sustituido por otro más grande, donde se leía: Escuela Infantil de la Comunidad de Madrid ROCÍO DURCAL. Menuda sorpresa! Yo casi prefería el otro nombre... no es que me importe mucho, pero es que cada día paso por delante un mínimo de dos veces. Y sinceramente, no me parece que un espacio donde hay niños de 0 a 3 años sea el lugar más adecuado en la ciudad para hacerle un homenaje a esta cantante (que por otro lado me gusta mucho, me se las canciones de todas las peliculas que hizo cuando era jovencisima, tipo Marisol). Pero debe ser que a alguien se le había olvidado comentar en algún despacho que había que poner este nombre a algo en algún momento y hubo otra persona en otro despacho que decició libremente el primer nombre y luego se vieron obligados a cambiarlo... vaya usted a saber. El caso es que hoy he vuelto a pasar por delante de la guarde. Y ¡de nuevo el cartel ha sido sustituido! Este vez pone: Escuela Infantil de la Comunidad de Madrid EL JARDÍN DE LAS DELICIAS! Estupor. Algo ha pasado en varios despachos a la vez, me imagino a funcionarios haciendo llamadas sin parar, corriendo por los pasillos, discutiendo en reuniones hasta altas horas de la madrugada para solucionar el problema... Y quién sabe. A lo mejor mañana tenemos un nuevo cartel.

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