lunes, 5 de octubre de 2009

Allen en familia


Me llevé a mis hijos a ver Whatever works el día de su estreno. Son unos espectadores ideales, porque no tienen prejuicios de ningún tipo (en el campo del cine, claro), el nombre de Allen les sonaba porque habían visto un trozo de una peli suya en la 2 y les había parecido un rollo; mi hijo la quería ver porque se había tropezado con Curb your enthusiasm en la red y mi hija se apuntó a última hora cuando le dijimos que era una comedia y que estaría de vuelta a casa con tiempo para salir con sus amigas. A los dos les gustó, aunque mi hijo opina que Larry David es muy mal actor y mi hija piensa que la actriz/personaje de la cuasi adolescente es tonta perdida.


El personaje que interpreta David es un sosias de Allen, así que nada mejor que un no-actor para darle vida. Se supone que es un físico genial entregado al nihilismo de café para sobrevivir a sus cuitas de siempre, acumula lugares comunes y lucidez a partes iguales, y estoy convencido de que la idea del personaje le vino a Allen del affaire Sokal, el divertidísimo fake que se sacó de la manga el científico Alan Sokal para demostrar que la horda de post estructuralistas y deconstruccionistas preferentemente franceses que tanto peso tienen en el ámbito de las humanidades en la Universidad Norteamericana no tiene ni idea de ciencias ni de matemáticas, y que todas las citas de términos científicos que utilizan para apuntalar sus teorían son disparates sin cuento.


El caso es que Boris Yelnikoff, ex-candidato a Premio Nóbel, va soltando sus perlas misantrópicas a todos los amigos que se cruza (que son bastantes), y todo es caos y destrucción en el mundo que habita, y lo más divertido es cuando esas mismas chorradas las suelta la pazguata jovencilla con la que acaba compartiendo su vida. Por supuesto, el guión no tiene nada que ver con esos aires "entrópicos": la vida puede que no tenga sentido, pero Allen sigue fiel a sus esquemas férreos de comedia dieciochesca, mezclados con ese lado de monólogos de la comedia que tienen sus apariciones (y de los dobles que cada vez más a menudo utiliza).

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