sábado, 31 de octubre de 2009

Para hablar de Wittgenstein en sociedad


Para Susana, que ahora no tiene tiempo de leerse el Tractatus


El tractatus es uno de los libros de filosofía más famosos del siglo XX, y hasta los que no son conscientes de ello conocen su punto 7, ése al que vuelve siempre Fernández Mallo en la cálida compañía de los pezones:
"Aquello sobre lo que no se puede hablar, acerca de eso se debe callar"
("Wovon man nicht sprechen kann, darüber muss man schweigen", la traducción es mía y deliberadamente poco "española", la edición que manejo - Alianza editorial, Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera- prefieren un más fluido "De lo que no se puede hablar hay que callar")
El Tractatus consiste en una serie de aforismos organizados como una tesis doctoral: punto 1, 1.1, 1.11...3,261, y habla del mundo y su decibilidad:
1.1 El mundo (die Welt) es la totalidad de los hechos (Tatsachen), no de las cosas (Dinge)
3.221 A los objetos sólo puedo nombrarlos. Los signos hacen las veces de ellos. Sólo puedo hablar de ellos, no puedo expresarlos. Una proposición sólo puede decir cómo es una cosa, no lo que es.
Antes de cerrar el libro con el punto 7 (tras el que, obviamente, nada puede ser escrito), W, empieza a meterse en berenjenales:
6.522 Lo inexpresable, ciertamente, existe. Se muestra, es lo místico
(Para W. el ámbito de la metafísica no era inexistente sino inexpresable, algo bastante diferente)

Poema 20.1 de Joan Fontaine Odisea, del wittgensteiniano Fernández Mallo:

"Cada mañana el mismo verso repetido,
composición porcentual o por 100 gr.
en la caja de Kellog's.
De un tiempo a esta parte existe la manía
de escribir lo prosaico en columna.
Lo dijo Parménides, todo está
lleno de Ente, y también,
el Ente está penetrado en el Ente."

(Negritas mías, cursivas del autor)

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