martes, 22 de mayo de 2012

Vous n´avez encore rien vu



Esta es una de esas películas que explican lo que es Francia y su cultura, y por qué en España nos comemos las uñas de envidia cuando miramos al país vecino (otro ejemplo de lo mismo sería el documental de Gilles Jacob Une journée particuliére, que gira sobre el día de presentación en Cannes de Chacun son cinema, hace ya cinoco años, y que dejaré para otra entrada).

Un realizador veteranísimo (Resnais, que tiene más de 90 años, si no me equivoco) reúne a su alrededor a la flor y nata de los intérpretes del cine francés (algunos habituales en su cine, como los inevitables Pierre Arditi y Sabine Azema) en una reunión coronada por la presencia icónica del inconmensurable (y aparentemente infatigable) Piccoli, y con una excusa trivial y artificiosa se ponen a ver en una enorme pantalla los ensayos grabados (por Bruno Podalydes, que hace de también de autor teatral) que una joven compañía teatral hace de la Eurídice de Jean Anouilh, autor que en España estaría habitando el sueño del olvido pero al que en Francia se ve que todavía miman y aprecian.

Todos ellos han interpretado alguna vez la obra, y se produce una comunicación entre la pantalla y los espectadores de una fluidez cuya dificultad sólo percibirá el ojo experto. La pareja protagonista, Orfeo y Eurídice, es interpretada simultáneamente por Arditi y Azema por un lado, y por Anne Cosigny y Lambert Wilson por otro (además de los jóvenes del ensayo, claro). Lo que sobre el papel es complicado en el cine se ve natural y comprensible, con esa facilidad que tienen los veteranos con talento para hacer fácil lo difícil. Varias generaciones se mezclan en la pantalla, recordando que la cultura es una cuestión de un legado que se asume y se cede a los descendientes, los intérpretes pasan, pero su trabajo permanece, y Vous n'avez encore rien vu se convierte en el film más hermoso visto hasta ahora en la Sección a competición.

2 comentarios:

Sergio Sánchez dijo...

Salivación.

abbascontadas dijo...

Pues sí, es un festín para la inteligencia y los sentidos, y si la ves con una buena proyección, ni te cuento.
Me cuentan que ha tenido buen recibimiento, así que supongo que alguien se animará a comprarla.