martes, 24 de noviembre de 2009

300 años de sueños felices

Las afinidades electivas y Atrapa un ladrón tienen un comienzo similar, un hombre (del que según avanzan las obras veremos que algo deficiente en su estatura moral) que lidia entre flores. Dos directores de la Champion League, Chaplin y Godard, se fotografiaron también floridos en sendas películas que ponían en entredicho su estatus mediático (Monsieur Verdoux y Nuestra música). Así que resulta normal la cara de cuadro que se le queda a Maureen O'Hara en El hombre tranquilo cuando su recién adquirido marido le dice que va a plantar rosas en el jardín, con lo que no le queda más remedio que decirle que mejor sería que sembrara patatas. Y es que nada más inútil para una mujer que el ensimismamiento narcisista masculino, siempre encantado de fabricarse mundos imaginarios con tal de no afrontar lo real.


The quiet man es tal vez la más perfecta representación de la historia del cine del paraíso primordial de la primera infancia, ese espacio de felicidad absoluta en el que la figura de la madre llena todo y cubre todas las necesidades (como puede atestiguar Susana). En ese espacio emerge la imago deslumbrante del objeto absoluto de deseo (en este caso, Maureen O'Hara). Como Ford era un cineasta clásico, en El hombre tranquilo aparecen una serie de destinadores al lado del héroe que le recuerdan que ni Irlanda es tan maravillosa como él piensa, ni, sobre todo, la mujer es ese ser dulce dispuesto a colmar todas las carencias del sujeto; más bien al contrario, es un cuerpo real cuya demanda de goce puede resultar arrasadora para la comunidad, por lo que toda ésta es capaz de conspirar para que la relación se lleve a buen término en las mejores condiciones posibles, lo que requiere, desde luego, la mediación de bastantes reglas sociales.




En Hitchcock, por ejemplo, el acceso al cuerpo femenino es mucho más complicado, desde luego, para no hablar de la relación con la madre. Es significativo que en sus películas los personajes masculinos no suelan tener compañeros, amigos, figuras paternas o, simplemente, mayordomos (esa figura clave del cine clásico). En cualquier caso en ambos cineastas las mujeres son las reinas absolutas de los espacios interiores, si bien un abismo separa a las siniestras mansiones hitchcockianas de los acogedores (aunque habitualmente frágiles y precarios) hogares fordianos, allí donde Mary Kate sueña con colocar toda la memoria histórica (femenina) de su linaje, esos muebles que representan "300 años de sueños felices".












2 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo, de acuerdo.

Esa imagen de la Mary Kate pastoral es bastante elocuente, sólo falta algún querubin revoloteando entre las ovejas.
Es la idealización elevada a la enésima potencia,la buenaventura soñada, anhelada y pergeñada entre efluvios etílicos en las frias noches de Ashford Castle, pero coño... queda tan bien!
Pero si es la felicidad plena!

¿Y esa escena tórrida entre las ruinas de la iglesia?Ese "polvo" robado, bajo la lluvia, con truenos, rayos y centellas, camisas mojadas , miradas ardientes y cruces gaélicas.
Lo siento, no tengo baremo, no tengo mesura con el hombre del parche y es que le perdono que hasta mineros galeses bajen cantando, colina abajo y depositen "la soldada" en el mandilón de Mrs. Morgan cuando evoca sus paraisos soñados de esa forma.

Saludos!

PD: Don Alfredo era un pervertido, un obseso, un reprimido, sólo le gustaban las rubias y odiaba a las madres.
Es más, apostaría que la única vez que realizo el "acto" fue cuando concibió a su hija.
¿Que Ford era un cabrón alcohólico amargado?
Si, pero era un poeta!!!

abbascontadas dijo...

Sí, yo también me rendí a la evidencia de que la hija de Hitchcock era suya al ver el innegable parecido, así que tuve que rendirme a la (asombrosa) evidencia de que, al menos una vez en la vida, había tenido un tropezón sexual medio en condiciones.

Viendo lo felices y competentes que son casi todos los bebedores fordianos, no me imagino a Ford como amargado, pero tampoco sé nada de su biografía (si bien viendo lo extenso de su filmografía, no sé si hizo algo aparte de películas).

Saludos!