domingo, 18 de diciembre de 2011

La familia y nada más



Sangue do meu sangue da lo que promete: un círculo familiar cerrado donde reina una madre que sale siempre alimentando a sus retoños (o sea, haciendo de madre, aunque los retoños estén creciditos). La familia vive en un barrio pobre, colindante con las chabolas de Pedro Costa, aunque en un estrato un poco superior: las mujeres trabajan como cajeras o auxiliares de peluquería, si bien la falta de intimidad es la misma: todo se oye, las conversaciones se filtran a través de las paredes, la discreción es una piadosa ficción. Joao Canijo filma a sus personajes muy de cerca, el encuadre oprime a los personajes en espacios pequeños, siempre constreñidos a estar demasiado cerca, lo deseen o lo intenten evitar.


En este universo familiar formado por la madre, su hermana pequeña y sus dos hijos, todos adultos, un eje separa dos posibilidades de relato, un poco simétricas. La madre que vigila a su hija mayor, que con grandes sacrificios estudia enfermería a la vez que trabaja en un supermercado. La tía que vive en una intimidad bastante incestuosa con su sobrino, el hermano pequeño que trabaja para un camello del barrio al que intenta a estafar.


La película cuenta la intromisión, y la dolorosa expulsión, de dos hombres en esos dos universos cerrados e incestuosos, el amante casado de la joven en el primer caso, el camello que castiga el intento de estafa en el segundo, dos intentos infructuosos, y a veces brutales, de que la Ley haga su aparición en ese espacio dominado por la madre, por el cuerpo, la promiscuidad, la sangre del título.


Sangre de mi sangre es una película extraordinaria que se pasó en el festival de San Sebastián, creando un grupo de admiradores "subterráneo" (Daniel Quinn la consideró, probablemente con razón, la mejor del certamen), pero el viernes en la Filmoteca no éramos demasiados en uno de los pocos pases de la película de los que se podrá disfrutar en Madrid, ya que es impensable que ningún distribuidor se arriesgue con ella, lo que vuelve a poner sobre el tapete la visibilidad del cine más interesante que se hace hoy en día, al menos en nuestro país.

3 comentarios:

Daniel Quinn dijo...

Pues sí, esta peli fue mi favorita de la sección oficial de San Sebastián, y yo diría que de todo el festival junto con la argentina Abrir puertas y ventanas. Yo quería haber repetido y verla en la filmo, pero al final me fue imposible ir, y es una auténtica pena que la sala no estuviera a rebosar, teniendo en cuenta lo que dices, que esta peli seguro que no se estrena en salas comerciales... En fin...

Lo que sí me dio tiempo a ver ayer en la filmo fue Autobiografía de Nicolae Ceaucescu, muy recomendable :)

Qualunque dijo...

El director se llama Juan Canijo??
(Siento el comentario a lo Torrente, pero no me he podido contener)...

Tal vez en unos años la cuelguen en Filmin o en una web parecida...

Buenas fiestas!

abbascontadas dijo...

Pues la sala estaba lejos de estar llena, menos gente que con Botelho, que me pareción un rollo.
La autobiografía se me hizo dura, no la vi entera.

Y sí, el director se apellida Canijo, no sé si en portugués significa lo mismo...