domingo, 20 de septiembre de 2009

Más Sanse

Como rito de iniciación gastronómico ineludible me llevé a mi hermano a la mítica hamburguesería Va bene tras la gala y la proyección de Chloe, la película de Egoyan que ha abierto el festival y que la mitad de los espectadores ha encontrado fascinante y turbadora y la otra mitad ha considerado un telefilm de sobremesa. Yo estoy en el segundo bando, aunque parafraseando a Woody Allen diría que como telefilm de sobremesa es de los mejores.
Aunque el punto de vista es el de Julianne Moore, una ginecóloga que se sorprende de que tras tropecientos años de matrimonio folle menos con su marido que cuando eran jóvenes y enamorados, la primera secuencia del film corre a manos de Chloe, una especie de hada erótica que confiesa su naturaleza fantasmática al contar que se dedica a decir a los demás lo que quieren oír. El caso es que Chloe, no se sabe bien por qué, se encapricha de la ginecóloga, que ha debido de leer a Cervantes y en consecuencia le encarga que le tire los trastos al marido a ver si cae en la tentación. Así que aprendemos que lo que pone cachonda a la Moore es que la otra le cuente que su marido se cepilla a todas las jovenciatas con las que se cruza, pero uno como espectador avispado se huele que hay gato encerrado y desconfía de las trampas de la enunciación. Total, aquello es una mezcla de Sospecha y Teorema, con la Chloe poniendo patas arriba libidinalmente a la familia para luego desaparecer literalmente volando (bien es cierto que hacia abajo) y dejando a todos más unidos que nunca.



Tiempo gris en San Sebastián, lo que no ha impedido que la inefable ministra de Cultura se venga con su colección de quimonos y una corte de lo más extensa, se ve que si no hay playa sí hay comida; entre los que andan por aquí de encuentra el peculiar Bonilla, jefe de gabinete, el que lo primero que izo al llegar a su despacho fue instalarse una ducha, que igual no tiene agua caliente en casa.



Los afortunados (entre los que me encuentro) que asistieron al pase de la maravillosa Yuki & Nina en el Teatro Victoria Eugenia; para los que no pueden venirse a Sanse estos días una buena noticia, Intermedio va a distribuir el film en salas. La película cuenta desde el desconcertado punto de vista de una niña el proceso de separación de sus padres, francés él (Hippolite Girardot, codirector del film junto a Nobuhiro Suwa) y japonesa ella. La película posse la riqueza acústica del director japonés y una de las secuencias más hermosas de los últimos años, que aquí no cuento para que la disfruten los futuros espectadores. Como en minutos me voy a los encuentros Zabaltegui a escuchar al propio Girardot no digo más en esta entrada.




Juan Zabala entrevistando al equipo de Norteado en el primer encuentro Zabaltegui del Festival. La foto no está desenfocada, es que es artística. A Alberto le ha gustado este film mexicano que ganó el premio En construcción el año pasado.



Dos de las personas claves de este Festival: las encargadas de repartir los clips para las televisiones. Por motivos ignotos tal vez crean que soy alguien importante y me guardan las novedades, aunque es posible que todo sea simplemente fruto de mi magnetismo personal.

Para luego una semblanza de Le refuge, la última trivialidad decorativa del decorativo Ozon, y más anécotas del festival.





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