Pues yo también me vi el partido de España. Lo de la maldición superada y esos rollos se lo dejo a los periodistas, que tienen que llenar cuartillas contando lo que sea. A lo que voy es a que el encuentro fue un rollo. Salvo un par de veces en que Italia se acercó casi por error a la portería española, aquello no había quién lo aguantara. Ni 120.000 minutos que hubiera durado el partido, con los italianos en silla de ruedas (menuda forma física tienen, si salieron ya cansados al campo), los españoles tenían pinta de ser capaces de meterle un gol al tal Buffon. Como el 97% de los españoles, estaba convencido de que nos eliminarían en los penaltis. Y la verdad es que Casillas lo hizo muy bien, acertó la dirección de todos los lanzamientos y paró dos. Si España gana la Eurocopa, cosa a estas alturas bastante verosímil (aunque juega en su contra que en las semifinales son el único equipo estrella), probablemente se convierta en el nuevo héroe de la patria, con esa imagen de chico de barrio que ha sabido mantener, aunque gane en un día más que la mayoría de españoles en dos años. Pero a lo que iba es a que habría que imponer los empates en las eliminatorias por obligación, y convertir los penaltis en tradición ineludible ¿no son una lotería (ruleta rusa para los periodistas más amanerados)? Pues ya está, que vuelva la institución de la ordalía medieval a nuestras vidas, y que sea el balón el que decida que nación se ha convertido en el pueblo elegido (renovado cada dos años).
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