¿Quien se atrevió a escribir esto en 1925, cuando ya estaba en plena madurez, sin dejar claro que lo hacía porque ya presentía la proximidad de la muerte?
" Una vez que la mujer la mujer ha aceptado su herida narcisística [por su carencia de pene], se desarrolla en ella -en cierto modo como una cicatriz- un sentimiento de inferioridad. Después de haber superado su primer intento de explicar su falta de pene como un castigo personal, comprendiendo que se trata de una característica sexual universal, comienza a compartir el desprecio del hombre por un sexo que es defectuoso en un punto tan decisivo, e insiste en su equiparación con el hombre, por lo menos en lo que se refiere a la defensa de tal opinión."
"Aunque vacilo en expresarla, se me impone la noción de que el nivel de lo ético normal es distinto en la mujer que en el hombre. El super-yo nunca llega a ser en ella tan inexorable, tan impersonal, tan independiente de sus orígenes afectivos como exigimos que lo sea en el hombre. Ciertos rasgos caracteriológicos que los críticos de todos los tiempos han echado en cara a la mujer -que tiene menor sentido de la justicia que el hombre, que es más reacia a someterse a las grandes necesidades de la vida, que es más propensa a dejarse guiar en sus juicios por los sentimientos de afecto y hostilidad-, todos ellos podrían ser fácilmente explicados por la distinta formación del super-yo que acabamos de inferir. No nos dejemos apartar de estas conclusiones por las réplicas de los feministas de ambos sexos, afanosos de imponernos la equiparación y la equivalencia absoluta de los dos sexos."`
2 comentarios:
Pues imagino que fué Freud. Reflexiones un tanto trasnochadas en la actualidad. En fin ...
Trasnochadas? Ya no quedan feministas de ambos sexos?
En el primer fragmento conviene aclarar que Freud se refiere a niños (y niñas) de corta edad.
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