martes, 21 de diciembre de 2010

Diarios III: La gallina ciega


"Nadie sabe quién es a menos que haya vivido todo su tiempo en el mismo sitio y dormido en las noches de su vejez en la cama de sus padres."

Max Aub estuvo en España en el 69 haciendo, entre otras cosas, entrevistas para un libro sobre Buñuel que nunca llegó a terminarse, y entremedias se dedicó a visitar amigos, conocidos y familiares, y a codearse con la intelligentsia del momento, que casi, casi, es la misma de ahora, con las bajas de rigor.

Al escritor exiliado le pone furioso todo lo que ve, y sobre todo la amnesia e idiocia que percibe por todas partes y en todos los elementos, el conformismo más o menos monstruoso (según la edad y la condición del contertulio) que parece aplastar a todos los españoles que se encuentra.

Pero lo más sorprendente es la minuciosidad con que transcribe los diálogos. O Aub tenía una memoria prodigiosa o iba a todas partes con una grabadora. El caso es que se hace con material para llenar 500 páginas con los aconteceres de una estancia de apenas 10 semanas (a las que hay que habría que añadir las conversaciones sobre Buñuel, que están publicadas en otro sitio).

Un libro muy divertido para echarse a llorar.

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