domingo, 21 de febrero de 2010

Fritz Lang en Le Mépris



Resulta curioso ver la reverencia con que Fritz Lang es tratado en Le Mépris; no recuerdo en el primer Godard una figura que encarne la autoridad que sea tratada con tanto respeto. En el film no sólo es el director que participa en la época dorada del cine clásico norteamericano, esa especie de paraíso perdido que Godard añora y homenajea aunque sea mediante el sarcasmo, o en el gran momento que vivió el cine alemán mientras el país se desmoronaba. Lang encarna una idea de la civilización europea que va de Homero a Bertold Bretch, una forma de pensar el mundo a través de la palabra que Godard cree ya perdida pero a la que rinde homenaje. Olímpicamente elegante, Lang parece moverse por encima de las pequeñas pasiones que mueven al resto de los personajes, especialmente a ese Michel Piccoli que lo admira sin reservas y que sabe que nunca podrá ser como él.


Le Mépris forma con Pierrot le Fou lo que podríamos llamar un sublime díptico sobre el Mediterráneo, filmado por Coutard en color y cinemascope. Desconozco las razones por las que Godard eligió a Brigitte Bardot para hacer de Anna Karina, tal vez cosas del productor, pero lo hace bastante bien. Michel Piccoli le da un aire diferente a los personajes más bien atolondrados que protagonizaban las películas del Godard de los 60, más melancólico y menos inocente.

2 comentarios:

Daniel Quinn dijo...

Yo hace tiempo que no la veo y le tenía ganas, pero al final no he podido ir. Cuánto daño le han hecho a esta película los anuncios de pintalabios! :P

http://www.youtube.com/watch?v=nGm40jWR_0E&translated=1

Por cierto, una duda, porque el viernes vi a lo lejos en los cortos de Lynch de la Filmoteca a alguien que pensé que eras tú. ¿Estuviste por allí o hice bien en callarme?

Un saludo.

abbascontadas dijo...

Gracias por el enlace, no conocía el anuncio; la verdad es que me sorprende que utilicen de referente esta película, igual en Francia es conocidísima, pero yo estoy preguntando en mi entorno laboral y a nadie le suena.
En todo caso, juega en un entorno bastante diferente al film, aquí está claro que el juego de seducción es con el espectador, el figurante no pinta nada.

Sí era yo el que estuve viendo los cortos, la verdad es que me quedé dormido, y el sketch de Los franceses vistos por... me pareció una chorrada.

La copia que proyectó el Círculo estaba regular.

Saludos!