Para los que piensan que trabajar en Identity es una experiencia tediosa, podemos contar que el otro día nos encontramos de concursante a una oxigenada rubia de bote, con color de piel propia de quien gasta una parte importante de su tiempo de ocio merendando bajo rayos uva. La susodicha concursante falló en seguida sus dos primeras elecciones, y se fue a casa. Pero lo divertido fue que nos enteramos de que como acompañantes (dos personas que cada concursante se trae de consejeros y que aparecen en imagen) se había traído a su hija y al director de la sucursal bancaria donde trabaja, que la mujer del director se había enterado del tomate, había cogido un avión a madrid y se había presentado en los Estudios Buñuel, donde desgraciadamente alguien decidió no dejarla pasar y mandarla a un hotel.
1 comentario:
Así me gusta, historias con calor humano. Gracias, Enrique.
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