Hay una escena hacia el final de Somewhere en la que el protagonista se prepara una cantidad considerable de espaquetis para, posteriormente, comérselos solito. Tan intensa secuencia, que asocia la pasta con el tedium vitae, fue motivo de acaloradas discusiones familiares. Mi mujer, que comparte con casi todas las mujeres casadas una idea más bien tibia de las habilidades culinarias de los hombres, opinaba que el prota no tenía ni idea de cocinar y era la primera vez que se hacía la pasta y se le fue la mano en la cantidad. Mi hija apuntaba que, dado que Johnny se va a quedar solo una temporada, se ha preparado espaguetis para una semana (la idea se la di yo, que me hice espaguetis a la boloñesa para cenar diez días cuando me quedé solo en Madrid en agosto). Como yo tiro a pretencioso en mis interpretaciones, explicaba que tanta comida era una forma de invocación para que alguien ocupara el espacio que la hija deja vacío.
La verdad es que, dado que la película no aclara la razón por la que el personaje se hace un kilo de espaguetis, podemos decir que todas las interpretaciones son correctas, y que una buena lectura del film exige tenerlas a todas en cuenta.
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