lunes, 10 de octubre de 2011

Pasando el Rato





Ayer fui a comer con mi mujer en la pequeña y coqueta cafetería de La Casa Encendida, donde tienen menús multiculturales (aunque la mousaka y el humus se les habían acabado cuando llegamos) y cervezas de quinoa de cultivo ecológico y comercio justo, características estas que comparten con todos los productos que venden en la pequeña y coqueta tienda que hay al lado de la cafetería. Había un par de camareros muy guapos, aunque de estilos diferentes, uno tenía una barba rubia y parecía salido de una peli indie y el otro se gastaba unas patillas y un bigote vintage que le daba el aire un secundario del Cuéntame de los años setenta.



Luego nos fuimos a ver los vídeos de la Correspondencia entre Jaime Rosales y Wang Bing, que es un documentalista chino que tiene en su haber uno de los docuemntales más famosos y más largos de la pasada década, Al oeste de los raíles, nueve horas que se suelen proyectar en tres partes (se pasó en la filmo y mi hermana me lo ha regalado en dvd, pero no he tenido tiempo de verlo). Los vídeos eran una castaña pilonga y además se proyectaban en un formato equivocado, así que nos fuimos a la terraza de La Casa Encendida, que daba un solecito estupendo, y luego nos pasamos, de camino a la salida, por una exposición sobre arte soviético que daba gusto escuchar, porque sonaba La Internacional a todo trapo en un loop sin fin, que te entraban ganas de coger un fusil con bayoneta y asaltar el palacio más a mano.




Por las paredes se anunciaban todo tipo de actividades culturales de (más o menos) vanguardia, y cursos supersostenibles sobre medio ambiente y candentes cuestiones sociales (urbanismo, atención a la tercera edad, agricultura ecológica).


Para quién no lo sepa, La Casa Encendida no es un centro cultural regentado por okupas universitarios, sino una fundación propiedad de Cajamadrid, ese banco dirigido por el ex-director del FMI y político pepero Rodrigo Rato y supervisado por Lady Macbeth, digo Esperanza Aguirre, cuyo máximo fracaso en las despiadadas batallas que libra de puertas adentro en su partido fue, precisamente, no poder colocar a su mano derecha al frente de la supercaja.

1 comentario:

Susana dijo...

Y no te olvides de decir que el director es José Guirao, ex director también de una etapa del Reina Sofia, cuya labor al frente de La Casa Encendida debe ser de las más elegantes e interesantes que un centro cultural de este tipo, osea, regentado por un banco/caja, o sea, perfecto para desgravar o conseguir incentivos fiscales, pueda tener. Como él mismo, vaya.