jueves, 31 de diciembre de 2009

El día en que conocí a Iván Zulueta


(Esto creo que ya lo he escrito, o tal vez lo he contado tantas veces...)

Vi por primera vez Arrebato en el Cinestudio Griffith, en un programa doble que también incluía Eraserhead. Yo tenía 14 años y salí del cine como un sonámbulo, con los ojos como platos. Pensaba que mi vida ya nunca sería igual, con esa ingenuidad de la adolescencia. Yo ya era un cinéfilo compulsivo (el mundo de las drogas no me decía nada), y alguno de mis amigos de entonces recordará la paliza que estuve dando con esta película, en aquella época muy poco conocida.


Años después (siete en concreto) estaba haciendo prácticas de cámara en TVE, en un programa de sobremesa que presentaban, al alimón, Isabel Gemio y la hermosísima Inka Martí. Un día que llegué pronto al plató y me encontré a ésta última repasando el guión le pregunté por los invitados del día. Venían Iván Zulueta y (si mal no recuerdo) Ignacio García May. En 30 segundos le expliqué la absoluta fascinación que Arrebato había ejercido en mí y le pedí que me lo presentara. No hizo falta, Zulueta estaba sentado en una silla, esperando a que empezara su entrevista y sin nadie que le atendiera, y en un intermedio me abalancé sobre él y le repetí el mismo discurso. Él me interrumpía amablemente de vez en cuando para decirme que le encantaba lo que le decía, y yo me disculpaba, pensando que a su puerta habría masas de admiradores como yo soltándole las mismas alabanzas. Él sonreía y me decía que había conocido a alguno para quien la película también había sido importante, pero no tantos, y que le gustaba mucho que hubiera gente para quien la película significaba tanto.


Imagino que estaba en algún período de desengancha de la heroína; considerado el director maldito español por antonomasia, en sus apariciones públicas y entrevistas siempre se ha mostrado lúcido e inteligible, nada que ver, por ejemplo, con el malditismo profesional de Leopoldo María Panero. Tras su intervención en el programa me dijo que esa tarde podíamos quedar para ir al cine, yo le propuse Los sobornados y él me contestó que prefería algo más frívolo, Bitelchius. Me dio su teléfono, le llamé por la tarde, me dijo que me devolvería la lamada un poco después y nunca lo hizo.


Muchos años después supe por Gasset (amigo suyo y actor y guinista episódico en Arrebato) que vivía encerrado en la mansión familiar de San Sebastián, con su madre, viendo películas de dibujos animados sin parar. Recurrentemente se oían rumores sobre su vuelta al cine (de la mano de medem, por ejemplo), y de vez en cuando daba alguna entrevista que demostraba que seguía con la cabeza en su sitio. En una exposición de su obra gráfica, hecha a base de polaroids y rotuladores, leí que nunca se había atrevido con la pluma; tal vez eso le pasó con el cine, nunca se atrevió con el éxito que le cayó encima, y se refugió en la madre y en la heroína.

5 comentarios:

Daniel Quinn dijo...

Pues yo no conocía tu historia!! Gracias por compartirla, es un bonito homenaje :)

Un saludo.

´´ dijo...

Hace unos años se hizo un documental entrevista de una hora , que estaba muy bien, supongo que lo podras localizar si no lo has visto.

Lo de conocer a gente que admiras es curioso.

Anónimo dijo...

Bonita historia, yo tampoco la conocía.Curiosa concomitancia, esa de vivir encerrado en su casa viendo peliculas animadas, con el personaje de arrebato.Al final va a ser cierto eso de que el cine es mentira porque sòlo es vida.

Saludos y feliz año.

abbascontadas dijo...

Feliz año a todos!

Conozco la entrevista, que he visto fragmentariamente, un buen momento para recuperarla, sin duda.

Susana dijo...

En el 99 (siglo pasado!), cuando se cumplía el veinte aniversario del estreno de Arrebato, se hizo un reestreno en el cine del Círculo de Bellas Artes. Existió un intento de programa especial a propósito del aniversario, que consistía en emitir la película al mismo tiempo en televisión (en Versión Española) y hacer un programa en directo desde el mismo Círculo. Tres días antes del reestreno/emisión todo se frustró, por razones que no vienen al caso, y ahora que ha pasado tanto tiempo y lo recuerdo pienso que fué una verdadera pena. Se terminó emitiendo Arrebato con la tradicional tertulia grabada en plató, pero la magia del momento desapareció.

Y tiempo después, vino la famosa entrevista, que no se si es de la que habláis... Se emitió en Versión Española hace ya .... la tira de años. Santiago Tabernero (a quien le fascinaba Arrebato) consiguió que Zulueta accediera a esta historia después de bastante insisitir. El director maldito siempre se negó a viajar a Madrid para grabar un programa en el plató, y hasta San Sebastián se fué Ana Belen, redactora del programa en aquel momento, con Tabernero. Los brutos de la entrevista duraban como para rellenar tres Versiones Españolas, hablaron de cine y de todo lo divino y lo humano posible y recuerdo el drama que supuso ver qué se cortaba y de qué manera. La entrevista es fácil de recuperar (me he enterado de la noticia ahora mismo y no sé si se ha hecho una reemisión del programa en la tele) pero sería interesante saber qué fué de los brutos (hubo un tiempo en que recordaba el lugar y casi el número de todas las cintas "especiales" que se manejaban en el programa, pero hace tiempo que lo he olvidado).