domingo, 17 de enero de 2010

Belinchón me alegra el día


Gregorio Belinchón tiene tan buena planta como Clint Eastwood. El viernes glosaba una biografía sobre el director en un artículo que es una involuntaria obra maestra del humor. Patrick McGilligan, al parecer reputado escritor de biografías de gente del cine, se encontró con bastantes problemas cuando escribió 800 páginas mostrando la cara oscura de Clint Eastwood. No sé qué escandalosas revelaciones anidarán en el libro, pero lo que cuenta Belinchón es para partirse de risa.
Resulta que:
- Eastwoos no iba de niño tanto al rancho de su abuela como dice
- Ha exagerado sus éxitos escolares
- Ha sido socorrista
- No fue a la guerra de Corea porque estaba de instructor
- Consiguió entrar en el mundo del cine porque era alto y bien parecido
- Ha ligado mucho
- No ha ganado ningún Oscar como actor
- Es un tacaño y el pavo que le manda la Warner el Día de Acción de Gracias se lo da a su madre (Clint Eastwood es vegetariano), aunque McGilligan lo cuenta así; "Cada año exige un pavo congelado a Warner para regalárselo a su madre en el día de Acción de Gracias"
- Nunca ha pagado en un restaurante (en este caso se entiende que desde que es famoso, es probable que Brad Pitt o Cristiano Ronaldo tampoco tengan que pagar nunca en los restaurantes)
- Es un machista porque saca a sus novias haciendo de putas en las películas, aunque no queda claro qué ocurre cuando en el guión no hay ninguna (yo juraría que alguna vez he visto a Sandra Locke haciendo de heroína casta, pero probablemente esté equivocado)
- No se va de copas con los guionistas. Además, rueda lo primero que le cae en las manos. Leyendo el artículo, da la impresión de que cualquiera se acerca a Eastwood con un guión escrito a mano y le dice: "anda, rueda ésto; mira, he metido un zorrón para que coloques a tu chica", y el director coge el teléfono y llama a Morgan Freeman y a Gene Hackman y les dice que si tienen la tarde libre que se van a poner a rodar una peli, y que no sabe de qué va porque él no se lee los guiones pero que ya verán.
- Pero lo mejor es este comentario: "No guía a los actores, le suele valer la primera toma y todo lo rodado suele estar en pantalla. No me parece que ésos sean los mimbres de un genio del cine"; un comentario que también valdría para John Ford (o Aki Kauriasmaki, que comentaba que él produce -como Eastwood- sus películas y los descartes no los hace en la moviola sino en el guión, y que todo lo que rueda se ve en la pantalla). La verdad es que uno pensaría lo contrario, que un director que a la primera acierta con lo que quiere y que es tan infalible que todo lo que rueda es válido es el paradigma del genio, pero se ve que a Mcgilligan le molan los directores que ruedan con 15 cámaras y cuyas secuencias extras en el dvd duplican el metraje original, cada cual tiene sus querencias.
Aquí el artículo:

3 comentarios:

Susana dijo...

Si, si, lo leí y pensé lo mismo! Dejando a un lado si Eastwood es tacaño o misógino (de Ford se dijo que era fascista y cosas peores), lo que queda claro es que es un genio absoluto, porque si de tanta mediocridad salen semejantes películas, no puede ser una y otra vez gracias a la casualidad.

Anónimo dijo...

Pues otro que también pensó lo mismo.
A mi lo que me llama la atención es:
"ni tan diestro musicalmente, ni con talento interpretativo", juas, yo me parto.Sólo le falta decir que la tiene pequeña...
Conocí un capellán castrense en Cerromuriano, allá por el ochenta y tantos, que era más gilipollas que un ocho, se llamaba Gregorio Belinchón , igual es este que lo han excomulgado.Lo que está claro es que tanto a él como al Mcguillis ése, bien merecen un par de ostias de Walt Kowalsky.

Saludos.

abbascontadas dijo...

El caso es que Belinchón es un tío majo, y su chica es la jefa de prensa de Golem, así que conoce lo suficiente del mundo del cine como para saber que esto que cuenta el McGilligan no tiene sentido o son cosas obvias, como el hecho de que haya cambiado de colaboradores a lo largo de su carrera (amigos a los que exprime y luego deja tirados, pues vaya), o que presente cualidades obvias como que se atenga a los plazos de rodaje y al presupuesto para apuntalar su visión negativa del personaje. Bueno, es obvio que Belinchón se ha prestado a hacerle la publicidad el tipo éste, que vende su biografía como escandalosa, pero no tiene nada que contar. Además, da la impresión de que el que la tiene pequeña es él, porque flota una envidia de fondo evidente (eso del salto "sorprendente" a Hollywood de un tío de más de metro noventa, cachas y ligón, y el pobre Gilligan escuchando todo el rato a (cientos de!) mujeres que se han llevado a la cama al director, y él sin comerse una rosca), aunque todos lamentamos que la pobre Sondra Locke no tenga teléfono en su casa porque Eastwood se lo racanea.