lunes, 11 de enero de 2010

La felicidad regalada


Esta mañana había una luz inusual en la calle. El cielo estaba despejado y el manto blanco que cubría el suelo reflejaba su luminosidad azulada. Todo estaba inundado de una luz perfecta y uniforme, y los chavales volvían con la cara radiante de alegría tras descubrir que las clases se habían suspendido. Mi hijo estaba remoloneando por casa hasta que le han llamado para decirle que no había instituto, y en seguida se ha vestido para entregarse al lujo de las batallas de nieve. Los estudiantes llevan tres semanas de vacaciones, pero la alegría que se veía en todos era la de lo inesperado y gratuito, así que iba a escribir una entrada a lo Montaigne acerca de que no hay felicidad más grande que aquella que se nos da inesperada y regalada, pero como este es un blog posmoderno y propio del siglo XXI, basta con la enunciación de las intenciones.


Hacía frío, claro, pero en el metro leo La sangre y el ámbar, un libro de viajes en el que David Torres elige el invierno para darse una vuelta por Polonia, y allí estaban a 20 grados bajo cero cuando el escritor estuvo por allí. En la solapa me entero de que David Torres ha sido guionista de Al filo de lo imposible, un programa donde los que escribimos este blog tenemos buenos amigos (la gran Carmen Portilla. directora que en su día compartió con Susana tareas de producción en Curso de español, y María Belmonte, que vino a caer en Días de cine en mi lugar tras alguna discusión sonada con Gasset).

Las fotografías corresponden a un recuerdo monstruoso de la arquitectura estalinista, el Palacio de la Cultura y de la Ciencia, de Lev Rudniev.

"Cuando se inauguró, en 1955, se convirtió en el segundo edificio más alto de Europa. Todavía hoy domina todas las perspectivas del centro de la ciudad. Con semejante mostrenco, Bierut, el perro faldero de Stalin, logró al fin olvidar una de sus fantasías fálicas: castrar las torres de las iglesias de Varsovia."

El libro tiene este estilo de periodista, pero es muy ameno, por lo que llevo leído, y la historia de Polonia es apasionante. Hace unos meses en El País se metían con su gobierno porque no colaboraban en la penúltima bajada de pantalones de la Unión Europea ante el neozar estalinista Putin, y porque los polacos estaban encantados de que los americanos (y encima Bush!) les pusieran unas defensas contra los rusos que a estos les molestaban mucho, como si hubieran tenido alguna vez aviesas intensiones contra sus vecinos del oeste; pero bueno, esperar que los periodistas sepan algo de historia tal vez sea excesivo.

Las fotos las he sacado de esta página http://foro.meteored.com/reportajes+de+viajes+pueblos+naturaleza+y+montana/varsovia+congelada+fotocronica+de+mi+viaje+al+invierno+con+mayusculas-t8608.0.html , hay más de Varsovia y están muy bien.

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