Esta mañana hemos inaugurado Bernardo y yo nuestra asistencia a sesiones matinales de cine con Los cronocrímenes, cuyo estreno ha despertado tanta expectación y de la que se oyen halagos desmesurados a la mínima que pones atención. Lo mejor ha sido acudir a verla antes de tener los prejuicios críticos atiborrados de críticas anteriores.
Así que como no quiero distorsionar vuestra visión, sólo os aconsejo con vehemencia que vayáis a verla. Aunque no os gustara nada el guión (impecable), ni la puesta en escena (sobria y con ese punto desasosegante de las nieblas cántabras), ni el suspense in crescendo (porque os angustie la inmensidad de lo desconocido) tendríais que verla por Karra Elejalde, ese actor inmenso que convierte todo lo que toca en verosímil, tremendo y conmovedor.
En definitiva, si esto fuera el Cosmopolitan, diría que se trata de un 'must'. Pero como es el blog de Enrique, digo que es el acontecimiento de la temporada y que hay que verla para que luego podamos atacar, como si de una cebolla se tratase, sus múltiples lecturas y su genuino encanto de obra artesanal.
1 comentario:
Querida Mercedes,
siento enorme curiosidad por ver los Cronocrimenes, porque Nacho Vigalondo me parece un tipo cuanto menos interesante (recuerdo que la canción de "A las 7:35 de la mañana" se convirtió durante días, ¡qué digo! ¡semanas! en lo primero que canturreaba nada mas salir de la cama cada mañana. Pero también tengo prejuicios con Karra Elejalde. Lo siento, no me parece buen actor (recuerdo que me gustó mucho en Vacas, cuando yo era más joven y fácil de contentar, pero me ocurre con él lo mismo que con el cine de Medem: cada nueva película es una nueva decepción). Y puedo testimoniar, tras su paso por el plató de Versión Española unas cuantas veces, que como persona es un soplapollas.
En cualquier caso, si tengo la oportunidad, veré la peli (a ver si me reconcilio de una vez con el cine español, quizá gracias a sus jovenes promesas).
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