Le mandé esta secuencia a Susana, para que se la pusiera a su hijo, el mejor gag de la historia del cine. Siempre me pregunto cuánto tiempo le llevó a Chaplin planificar, ensayar y grabar esta coreografía
Por fin se la he puesto a Marc, siempre muy receptivo y encantado de que le enseñe videos en el Ipad. La secuencia a mi también me parece fantástica. Él ha interpretado correctamente que aquella gente bailaba y que se caía. Esto último no se la hecho mucha gracia, se ve que a los dos años todavía no hemos aprendido a disfrutar con el dolor ajeno o que mi hijo tiene muy desarrollado el sentimiento de la compasión. Al final ha dicho "no guta" aporreando con el dedito la imagen hasta hacerla desaparecer y me ha pedido ver la secuencia de los trenes de El maquinista de la general, que ya vió el otro día. También tuvo mucho éxito la secuencia del almuerzo del zapato de La quimera del oro. Pero se llevó la palma otra de El chico en la que el niño lanza piedras a los cristales hasta romperlos para que Chaplin los repare y gane un dinerillo por ello, la tercera vez que lo hace mi hijo reía a carcajadas, lo que me hizo pensar que a lo mejor es contraproducente ver este tipo de travesuras. En fin, el resumen es que es una experiencia fantástica ver cine mudo con niños pequeños, que no sólo de Disney y Pixar vive el hombre
3 comentarios:
MIs hijos la vieron el año pasado en una exposición sobre Chaplin el año pasado en el Caixaforum de Palma y no se cansaban de verla una y otra vez
Es una escena absolutamente hipnótica, perfecta,yo trambién soy capaz de vérmela varias veces seguida. Y Citylights es absolutamente maravillosa.
Por fin se la he puesto a Marc, siempre muy receptivo y encantado de que le enseñe videos en el Ipad. La secuencia a mi también me parece fantástica. Él ha interpretado correctamente que aquella gente bailaba y que se caía. Esto último no se la hecho mucha gracia, se ve que a los dos años todavía no hemos aprendido a disfrutar con el dolor ajeno o que mi hijo tiene muy desarrollado el sentimiento de la compasión. Al final ha dicho "no guta" aporreando con el dedito la imagen hasta hacerla desaparecer y me ha pedido ver la secuencia de los trenes de El maquinista de la general, que ya vió el otro día. También tuvo mucho éxito la secuencia del almuerzo del zapato de La quimera del oro. Pero se llevó la palma otra de El chico en la que el niño lanza piedras a los cristales hasta romperlos para que Chaplin los repare y gane un dinerillo por ello, la tercera vez que lo hace mi hijo reía a carcajadas, lo que me hizo pensar que a lo mejor es contraproducente ver este tipo de travesuras. En fin, el resumen es que es una experiencia fantástica ver cine mudo con niños pequeños, que no sólo de Disney y Pixar vive el hombre
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